El círculo polar ártico es una línea imaginaria que delimita hasta donde llega el ártico, el punto en el cual no se hace de noche en el solsticio de verano y no se hace de día en el solsticio de invierno.
Y aunque el grueso de Islandia no está en el círculo ártico sí que una minúscula parte de su territorio está situado por encima de ese paralelo: el círculo polar ártico atraviesa unos cientos de metros cuadrados de la pequeña isla de Grímsey (población, ~85 personas).
Y allí es donde esta situado este enorme orbe de hormigón de 8 toneladas de peso llamado Orbis & Globus, diseñado por Studio Granda y el artista local Kristinn E. Hrafnsson.
La idea era indicar el punto exacto donde se comienza (hacia el norte) el círculo ártico, por encima de los 66,5° norte. El problema es que ese punto teórico se mueve un poco cada año por el desplazamiento del eje de rotación de la Tierra, de modo que la instalación debía ser “móvil”: cada año hay que “empujar” el orbe una docena de metros para que su posición sea el correcto.
Y así hasta que el orbe se caiga al mar. Según Iceland Review la instalación tendrá “utilidad” sólo durante unos años más: “El círculo ártico entró por primera vez en Grímsey hace 300 años y se moverá hacia el norte de la isla en 2050, para no regresar hasta dentro de 20.000 años.”
Vía Motherboard.
Imagen: RÚV.