Por @Alvy — 19 de noviembre de 2005

Parece ser que la idea de fraccionar el día en 24 horas y cada hora en sesenta minutos fue tomada por los antiguos egipcios, que se servían del sistema sexagesimal desarrollado por los babilonios. Para estos últimos, que ya dividían la circunferencia en 360 grados, por su analogía con la trayectoria anual del Sol, el número 60 representaba la sexta parte del ciclo solar. Esta partición debió resultar muy sencilla para que los matemáticos subdividiesen cómodamente no sólo la circunferencia, sino cada grado u hora (...) Pero no fue hasta mucho más tarde, concretamente en el siglo XIII, cuando surgió el minuto como una subdivisión de la hora, aunque no empezó a aplicarse hasta tres siglos más tarde, momento en el que aparecen los primeros relojes capaces de medirlo. (Vía TecnoCHICA / Liss Marie.)

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