Por @Alvy — 17 de agosto de 2010
Aunque resulte chocante, en contadas ocasiones hay gente que recibe órganos en donación que proceden de una persona que también los había recibido en una donación. El caso más típico es un órgano en perfecto estado que se transplanta a alguien que a los pocos días fallece, sin que el nuevo órgano haya sido el causante. Si todavía está en buen estado, puede ser «reciclado» para salvar una segunda vida. [Fuente: Popular Science.]