Festo es una empresa que se dedica a diseñar y fabricar robots industriales. Pero como parte del proceso de aprendizaje de su departamento de investigación y desarrollo de vez en cuando nos sorprenden con máquinas que parecen salidas de un mundo en el que reinaran formas de vida mecánica.
La primera es la eMotionButterfly, una mariposa de unos 30 gramos de peso, batería incluida, capaz de volar de forma autónoma gracias a las cámaras que incorpora y que es también capaz de coordinarse con otras nueve mariposas como ella para no chocar. Luego viene AirJelly, una especie de medusa llena de helio de unos 900 gramos que usa sus tentáculos para subir cuando lo necesita y un peso en su interior que se mueve mediante un servo para controlar la dirección en la que se mueve. El vídeo termina con AirPenguin, una especie de pingüino que es capaz de volar de forma autónoma sin chocar con nada gracias a un sistema de ultrasonidos que también le permite compartir espacio con otros dos congéneres sin que haya choques entre ellos.
No sé si lo que aprenden los ingenieros de Festo con estos cacharros es de mucha utilidad en las máquinas «serias» que fabrica la empresa, pero de lo que no me cabe duda es de que se lo tienen que pasar como enanos.
(Motherboard vía Massimo y RT de Retiario).
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