El vídeo del piloto de drones ruso Denis Koryakin dura 26 minutos, que es el tiempo que necesitó su pequeño dron de competición para ascender hasta los 10.200 metros —la altitud típica de un vuelo comercial— y descender de vuelta hasta aterrizar a sus pies.
Según Fstoppers para alcanzar esas altitud (en muchos países ilegal para un dron) Denis tuvo que hacer algunos ajustes, pero en general se trata de un dron comercial “modificado con elementos que se pueden encontrar en cualquier tienda de vehículos teledirigidos.”
Algunos de esos cambios incluyen la instalación de palas del rotor más largas de lo habitual, de 18 cm de longitud, que proporcionan sustentación a gran altura donde el aire es más tenue. Los motores giran a baja velocidad para reducir el consumo eléctrico, y además el dron llevaba baterías adicionales para disponer de una mayor autonomía de vuelo; aun así para cuando el dron alcanza los 10,2 km de altitud las baterías ya está tiritando, también parte porque allí arriba la temperatura fue de -50° a 8000 metros.
Conviene tener en cuenta que independientemente de lo que diga la legislación (según Fstoppers el vuelo tuvo lugar en Rusia, cerca de la ciudad siberiana de Strejevoï, y la regulación en Rusia no limita la altitud para los drones) hacer volar un dron a esa altitud es peligroso de narices y no se tiene una visión directa del dron, únicamente se ve a través de su cámara.
