Ha pasado ya casi un mes, pero Facebook acaba de hacer público que el 28 de junio de 2016 tenía lugar el primer vuelo del primer prototipo de su dron Aquila, diseñado para llevar el acceso a Internet a lugares remotos.
Con unas alas de un ancho similar a las de un Boeing 737 –unos 34 metros– el Aquila pesa unos 400 kilos, por lo que es capaz de mantenerse en el aire con cuatro motores eléctricos que apenas consumen lo que tres secadores de pelo.
La idea es que durante el día los Aquila vuelen a unos 90000 pies –30 kilómetros– aprovechando la luz del Sol para cargar su baterías y que durante la noche vayan medio planeando medio usando los motores hasta bajar hasta los 60000 pies –unos 20 kilómetros– y así estar siempre por encima del tráfico de aviones comerciales.
Desde esa altitud son capaces de dar señal mediante radio a un área de unos 100 kilómetros de ancho; por su parte el Aquila se comunica con el resto de Internet mediante un enlace láser a satélites de comunicaciones.
Este primer vuelo de prueba tuvo una duración de unos 90 minutos, el triple de lo esperado, aunque Facebook espera que estos drones sean capaces de mantenerse en vuelo autónomo durante hasta 90 días antes de tener que aterrizar para tareas de mantenimiento.
Facebook pretende usar los Aquila para dar acceso a Internet a personas que viven en zonas a las que esta no llega a través de Free Basics by Facebook, antes conocida como Internet.org, aunque para ello tiene que solucionar primero algunos problemas.
Los más fáciles serán los problemas técnicos, que tienen que ver con conseguir suficiente cantidad de Sol mientras esté en vuelo, especialmente en invierno, con conseguir un rendimiento lo suficientemente bueno de las baterías, o con la aerodinámica de una aeronave de este estilo, que está fuera de los parámetros de nada que haya volado hasta ahora; el coste de operación también será un factor importante a tener en cuenta, por supuesto.
Pero más allá de esto Free Basics se enfrentará a problemas regulatorios de todo tipo, en especial los que rigen el vuelo de drones –volar el Aquila es ilegal, o como poco alegal, en muchos países, aunque también tendrá que pelearse con las operadoras de telecomunicaciones y sus lobbies.
Por ahora, de todos modos, queda seguir con el programa de vuelos de prueba.