El paracaídas SafeAir de ParaZero para drones, multicópteros y artilugios voladores similares, funciona de forma independiente con al resto del vehículo aéreo. El SafeAir dispone de su propio sistema dotado con sensores de movimientos, inclinación y aceleración y batería, de modo que se puede colocar en cualquier dron que pueda cargar con los 250 gramos que pesa.
Para evitar que los sensores activen el sistema accidentalmente, el usuario puede configurar la velocidad de descenso a partir de la cual se desplegará el paracaídas, de modo que no interfiera con el uso (acrobático o de carreras, por ejemplo) o con la forma de pilotar el dron.
Pero cuando los sensores del paracaídas determinan que el dron está en caída libre y sin control —que va camino de estrellarse contra el suelo— el SafeAir entra en acción detonando el explosivo que libera el paracaídas.
La apertura mediante detonación aleja el tejido de las hélices y hace que el paracaídas resulte efectivo a baja altura: el dron caerá sólo unos 2,5 metros mientras se abre el paracaídas.
Una vez en el suelo, el SafeAir emite una señal luminosa y acústica para facilitar la recuperación del dron.
Vía The Verge.