Por @Alvy — 6 de abril de 2008

Si tienes un jardín, convierte la basura en compost, reciclando así la materia orgánica en abono

La forma más habitual de «compostar» o crear un compost es hacer un montón, no inferior a 1 m³ de materia orgánica de procedencia diversa. Se pueden utilizar los restos orgánicos caseros (comida y otros materiales orgánicos), restos de podas, hierba, hojas de árboles, restos de adventicias, estiércol procedentes de aves o herbívoros, paja, papel de periódico (sólo de las hojas no impresas en color), cenizas, serrín, polvo de roca, pelo, restos de concha de mariscos etc. Además de servir como abono, también ayuda a generar mucha menos «basura convencional». [Fuente: Zentolos; gracias también a Almudena y Alejandro.]

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