Por @Alvy — 31 de julio de 2008
Interesante el artículo de la sección de Medio Ambiente de NewScientist , titulado Five ways to trigger a natural disaster, donde se explica de qué modo los seres humanos, casi sin saberlo –aunque en ocasiones, a conciencia– estamos provocando o podríamos provocar grandes desastres naturales.
Conviene leerlo completo; la lista de los cinco desastres es esta:
- Erupciones volcánicas de barro – Se cree que la erupción de algunos volcanes de barro se debe a terremotos, pero que también que pudo haberse debido a unas excavaciones de exploración que se realizarson en la zona.
- Terremotos – Los geólogos coinciden en que las actividades humanas no pueden hacer que un volcán escupa lava, pero que tal vez sí que ciertas actividades pueden producir terremotos. En concreto perforaciones petrolíferas en el Mar del Norte, así como operaciones mineras, parecen estar relacionadas con un aumento en la frecuencia de temblores, debido a la redistribución en la presión que soportan las rocas. También se cree que las grandes presas de agua alteran el «peso» natural de la superficie y puede provocar fracturas.
- Desaparición de lagos – Se cree que casos como la desaparición del Lago Peigneur pueden haber sido producidos por prospecciones petrolíferas en la zona, causando desastres ecológicos de gran magnitud.
- Huracanes – Este efecto entra en el terreno casi de la ciencia ficción y es sólo una idea, pero utilizando principios similares a los de la «siembra de nubes» hay quien cree que se pueden «redirigir» los huracanes a trayectorias diferentes de las que llevan originalmente, mediante cambios de temperatura en la zona, por ejemplo dispersando carbono u otro material que aumente la temperatura del aire.
{ Foto: Volcán de barro en Yellowstone (CC) Enyacologne }