En The Conversation, Bait and switch: Anchovies eat plastic because it smells like prey.
Mientras te comes un delicioso trozo de pescado probablemente no pienses en lo que el pescado comió, pero quizás deberías hacerlo. Se sabe de más de 50 especies de peces que consumen la basura plástica que hay en el mar. Que los peces coman plástico no es bueno para ellos, pero además tampoco es nada bueno para los seres humanos que se alimentan de esos peces.
Los peces no suelen morir directamente por alimentarse del plástico que flota en los océanos, pero eso no significa que no sea perjudicial para ellos. Los científicos han descubierto que cuando cuando los peces consumen plástico se reduce su actividad, los bancos de peces se debilitan y su función hepática se ve comprometida.
Más preocupante es para las personas el hecho de que los compuestos tóxicos del plástico se transfieren y se acumulan en los tejidos de los peces, y esos compuestos pueden [tal vez sí, tal vez no — el estudio no abarca ese aspecto] transferirse a las personas al comer ese pescado. Numerosas especies de peces que comen plástico están destinadas al consumo humano, incluyendo la caballa, la lubina o las ostras — que son algunas de las especies en las cuales se han encontrado individuos con plásticos en el estómago.
El resto del estudio indaga cuál es el motivo y qué papel juega el olfato de los peces en el proceso que lleva a algunas especies marinas a comer plástico “porque les gusta”, más allá del mero hecho de que los peces con frecuencia confunden las partículas de plástico de menor tamaño que flotan en los océanos con comida — como el krill.
Los autores del estudio destacan dos lecciones extraídas de su investigación: una que las anchoas emplean el olfato para localizar los alimentos y que el plástico les gusta porque “huele bien”, a comida. (¿Quién no se ha deleitado con el olor a coche o a gadget nuevo?)
Y dos, que nuestra cultura de usar y tirar nos va a perseguir durante siglos en forma de los peces que comemos. Durante siglos porque desde 1950 se han producido más de 8.000 millones de toneladas de plástico y el 79 por ciento de todo ese plástico sigue tirado en vertederos y en el medio ambiente, incluyendo una buena parte en los océanos. Tanto que al ritmo actual en 2050 habrá en los océanos más plástico que peces. “La siguiente gran pregunta que se plantea es si los contaminantes derivados del plástico pueden ser transferidos de los peces que comen plástico a los humanos que comen pescado” que ha comido plástico.
Dicho a lo Ian Malcolm,
Dios crea al dinosaurio. Dios entierra al dinosaurio. Dios crea al hombre. El hombre entierra a Dios. El hombre exhuma al dinosaurio. El pez se come al dinosaurio. El hombre se come al pez. El dinosaurio mata al hombre. La mujer hereda la tierra.
Fotografía de Jorge Gonzalez en Unsplash.