Por Esther Celma Parece sacado de un libro de Julio Verne, pero no. La compañía franco-belga Suez, a través de su filial Sociedad Hidroeléctrica del Sur (SHEM), inauguró en abril una central hidroléctrica de 4 megavatios en la gruta de la Verna, en los Pirineos franceses. Esta cueva forma parte del complejo subterráneo de San Martín, con 55 kilómetros cartografiados. La magnitud de la gruta es tal que se consiguió hacer volar un globo con tripulación en marzo del 2003, a cargo de una empresa especializada, ayudada por expertos del Ejército francés.
Sala de La Verna (sistema de la Sima de San Martín, Zuberoa, País Vasco-Francés). Cola de caballo en la gigantesca sala de 250 x 200 x 150 metros, por donde cae en cascada el río San Martín. Con sus 80 metros de altura, se trata de una de las cascadas subterráneas más grandes del mundo. Foto: Agustín Gil.
La Verna tiene una temperatura constante de 5 grados y un espectacular salto de agua con una caída de 80 metros. Fue descubierta en 1951 y sólo 5 años después, la la compañía estatal francesa de electricidad (EDF), perforó un túnel artificial de 830 metros para explotarla.
Se llegó a construir una presa en lo alto y se instalaron aparatos de medición del caudal, pero el proyecto se abandonó en 1960 al no ser rentable. Además, una crecida arrancó de cuajo todas las instalaciones.
Pero Suez retomó la idea y en los dos últimos años, ha trabajado prácticamente a mano -el túnel es tan estrecho que no pasa la maquinaria- hasta instalar una turbina. El coste ronda los 6 millones de euros, que la empresa espera recuperar antes de 10 años. ¿Sólo con la venta de la energía? No.
Sus intenciones son que se convierta en punto de atracción para miles de visitantes.
(Via Club Muntanyenc de Terrassa.)
Esther es periodista freelance. Corresponsal de El Vigía y adjunta de El Periódico en Tarragona. También colabora con TV3 y la Agencia Efe.