Por @Alvy — 9 de mayo de 2008
Maikelnai lo llama El decálogo del perfecto agonías tecnológico, pero casi que se podría aplicar mejor el término ecológico.
Son diez razones o sinrazones de quien sólo ve el lado pesimista de la tecnología, de las diversas fuentes de energía y su relación con el medio ambiente.
Conviene leer el original completo, pero helas aquí en plan resumido:
- La energía eólica no es solución, es muy variable y no se adapta a los picos de consumo.
- El coche eléctrico (por ejemplo uno basado en baterías ion-litio) no es solución: esa corriente que usa en las recargas probablemente ha sido generada quemando combustibles fósiles.
- La energía atómica por fisión es lo más peligroso del mundo, ahí está Chernobil.
- La energía solar es algo carísimo. El coste de fabricar los paneles es tan alto que nunca se les llega a amortizar del todo. Su proceso de fabricación es contaminante y su rendimiento deja muchísimo que desear.
- La energía maremotriz es sumamente inconstante, afea las costas y provoca la desorientación de los moluscos.
- La pila de combustible y el empleo de hidrógeno en general es absurdo, puesto que todo el mundo sabe que el hidrógeno no es un combustible por si mismo, sino un vector de energía.
- Los biocombustibles acabarán provocando una revolución del tercer mundo: no puede ser que empleemos recursos alimenticios de primera necesidad para producir combustible.
- El uso de la bioingeniería genética para producir bacterias capaces de degradar la biomasa es un asunto horroroso.
- La geotérmica tampoco es solución. Solo es aprovechable en zonas con actividad volcánica específica como Islandia.
- Del petróleo y otros combustibles fósiles mejor no hablamos, son contaminantes, no renovables y su precio está por las nubes.