12 de junio de 2008

Por Esther Celma Imaginemos un extraterrestre que, por casualidad, lo primero que ve en el planeta Tierra es un cementerio de coches. Se mete en uno sin ruedas, sin motor y con el chasis destrozado, pero con algo de batería. Zummm, se activa el limpiaparabrisas. Nuestro alígiena lo mira. Piensa. Mira el coche y concluye  que tan extraño artefacto sirve para contemplar tranquilamente el paisaje, incluso con lluvia.

Con el aspecto desastroso del coche, jamás se le ocurriría su función original. La historia la usa el ecólogo marino Enric Sala para evidenciar que, a los humanos, nos pasa lo mismo con la vida del mar. Nos lo cuentan desde el Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAM):

Cuando empezamos a conocer el mundo oculto bajo las aguas, ya hacía mucho tiempo que empezamos a degradar los ecosistemas marinos. Por eso, no somos capaces de calcular el impacto ambiental que provocamos en ese medio. A pesar de todo, sabemos que cubren el 71% de la superfície terrestre, que están sobreexplotados y sus ecosistemas degradados por la contaminación.

Tanto es así, que

Desde que fuimos capaces de pescar a gran escala, la mayoría de grandes peces han desaparecido. Según un estudio publicado por Science en el 2006, un 29% de las especies que consumimos están al borde del colapso y solo sobreviven el 10% de peces que había en el año 1950.

¿Qué podemos hacer contra este panorama?

  • Consumir pescado de forma responsable, por ejemplo: rechaza los pezqueñines, rechaza las capturas procedentes del arrastre.
  • Si ves a un animal marino varado o en peligro llama inmediatamente al 112. Ten en cuenta que, a menudo, la Policia Local no sabe qué hacer y hay que reaccionar con rapidez. Es bueno saber los consejos del Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (CREMA) de Málaga. Si eres o veraneas por allí, llamálos directamente a ellos. Lo mismo para el CRAM en Catalunya.
  • No uses jamás la cisterna del WC como una papelera, ni tires vertidos por los desagües. Piensa siempre que todo irá a parar, más o menos diluido según la calidad y cantidad de depuradoras, al mar.
  • Reduce tus residuos todo lo que puedas y reciclalos. También van a parar al mar y alimentan una gigantesca sopa de plástico.
  • Apoya las  campañas de protección al mar. Es especialmente preocupante que el Convenio de Barcelona, una de las medidas internacionales más ambiciosas para reducir la contaminación del Mediterráneo, siga sin desplegarse.

Esther es periodista freelance. Corresponsal de El Vigía y adjunta de El Periódico en Tarragona. También colabora con TV3 y la Agencia Efe.

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