Una de las formas de obtener hidrógeno es por electrolisis, empleando electricidad para separar las moléculas de hidrógeno y de oxígeno del agua. Pero este método no es muy utilizado porque resulta muy caro al exigir mucha energía. De hecho, el gas de hidrógeno resultante de la electrolisis del agua contiene menos energía que la que se ha empleado para obtenerlo.
La idea detrás del planteamiento de híbrido entre plataforma marina y buque llamado WindHunter es reducir el coste de la producción de hidrógeno por electrolisis. Las plataformas se instalarían en alta mar, a unos 100 km de la costa, para que no se vean desde tierra. Se posicionarían en zonas con corrientes de viento adecuadas para obtener el mejor rendimiento de los aerogeneradores. Como las plataformas WindHuner puede navegar y desplazarse se trataría de ir variando la localización para optimizar la producción de electricidad.
Con una capacidad máxima de 45 MW (suficiente para proporcionar electricidad a unos 13.000 hogares), el WindHunter sería capaz de producir hidrógeno, comprimirlo en bombonas o licuarlo y enviarlo a tierra (por mar o aire) con emisiones de CO2 mínimas.
Actualmente el hidrógeno se utiliza ampliamente en aplicaciones industriales, especialmente en las industrias químicas y petroquímicas: refinado de combustibles, tratamiento de aguas, fabricación de amoníaco y fertilizantes, metanol... También existen estaciones de servicio a modo de gasolinera pero que sirven hidrógeno, que es el combustible que propulsa vehículos como el BMW 750h, de cuyo tubo de escape únicamente sale vapor de agua. El hidrógeno es uno de los candidatos a ser uno de los combustibles más utilizados en el futuro, aunque para eso aún debe sortear muchos obstáculos, incluyendo los todavía altos costes de obtención y manipulación.