Por @Alvy — 14 de enero de 2008

Rich Diver / Foto: Randy Montoya, (reproducida con permiso)
Rich Diver ensamblando el prototipo que pretende convertir el dióxido de carbono en monóxido de carbono, que podría utilizarse como base para sintetizar un combustible líquido. Foto: Randy Montoya.

Uno de los laboratorios de la Administración de Seguridad Nuclear Nacional de los Estados Unidos, el Sandia National Laboratories, anunció la semana pasada un proyecto que podría suponer todo un avance en energías renovables: convertir el CO2 en combustible.

La nota de prensa titulaba Sandia's Sunshine to Petrol project seeks fuel from thin air (El proyecto que pretende obtener combustible del aire) y las siglas S2P por las que se lo conoce (Sunshine to Petrol / Luz en Petroleo) resumen bien la idea.

Para llevarla a cabo se ha construido un prototipo llamado Counter Rotating Ring Receiver Reactor Recuperator (abreviado, CR5) capaz de romper los enlaces carbono-oxígeno del dióxido de carbono para separarlo en monóxido de carbono + oxígeno en varias estapas. En otra etapa del proceso a continuación se puede generar metanol, gasolina, u otro tipo de combustible líquido, a partir de agua y el monóxido de carbono generado previamente gracias a la enegía solar que calienta el CO2.

Rich Diver y el Panel Solar / Foto: Randy Montoya, (reproducida con permiso)
El panal solar que se utiliza como fuente inicial de energía solar en el prototipo. Foto: Randy Montoya

El invento es de Rich Diver y su equipo, investigadores de los laboratorios Sandia. No es una idea nueva, porque durante mucho tiempo se ha sabido que sería teóricamente posible reciclar el dióxido de carbono, pero se consideraba que pudiera llegar a ser práctico, tanto técnicamente como económicamente. Con el aumento de los precios de los carburantes, puede que el punto en que sea económicamente rentable no esté tan lejos.

Una forma de emplear este dispositivo sería utilizar los combustibles fósiles dos veces: quemando carbon en un planta energética se obtendría una primera parte de la energía; capturando y reciclando el CO2 concentrado emitido por ese proceso se podría general el combustible (metanol o gasolina) que podría ser reutilizado de nuevo.

Aunque idealmente se utiliza CO2 muy concentrado, hipotéticamente se podría llegar a recuperar el CO2 de la atmósfera para reciclarlo del mismo modo, de modo que un sistema de este tipo sería un combustible líquido en cierto modo «neutral» en cuanto a sus emisiones de carbono.

Uno de los retos que todavía se ha de superar es conseguir que ciertos componentes se mantengan suficientemente calientes de forma eficiente, dado que debe alcanzar temperaturas de entre 1.000 y 1.400 grados centígrados de forma cíclica para funcionar correctamente.

Actualmente el RC5 es solo un prototipo y aunque los diversos procesos funcionan por separado, todavía han de ser unidos en un prototipo completo (tal vez para Abril de este año) donde se pueda probar a pequeña escala, si bien su aspecto ya es enorme e imponente. Luego vendríana pruebas a mayor escala y dispositivos «reles».

Tal vez le queden quince ó veinte años a este invento para estar en el mercado, pero es toda una promesa que ha sido espoleada por la necesidad de reducir la emisión de gases que producen el efecto invernadero.

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