Por @Alvy — 1 de septiembre de 2010
Técnicamente podría decirse que no. Hay una explicación larga y detallada en El Tamiz, dentro de una serie que ha dedicado a afirmaciones muy comunes y extendidas que en realidad no son ciertas: La selva amazónica no es el pulmón del planeta.
La respiración y la putrefacción son los que hacen que, inevitablemente, una selva tropical madura no produzca una emisión neta de oxígeno ni una absorción neta de CO2 apreciables. Los árboles de la selva no son las "bombas de oxígeno" que los periodistas nos quieren hacer creer.
Está bien saberlo, porque aunque nos convenga cuidar la selva Amazónica y cualquier otra mejor de lo que las cuidamos actualmente, la razón que suele esgrimirse para protegerla es aparentemente incorrecta.