Por Esther — 22 de septiembre de 2011

Ovencleaners

El síndrome químico múltiple (SQM) se extiende, advierten los investigadores médicos. La enfermedad, crónica e incurable, se desarrolla bien por una exposición corta e intensa -una fumigación mal hecha, por ejemplo- o bien por inhalar pequeñas dosis durante mucho tiempo.

Una simple colonia puede provocarles ahogos y no es fácil vivir en un mundo repleto de pinturas, tintes, fibras sintéticas, fórmica, detergentes, suavizantes, desinfectantes, insecticidas...

Muchos enfermos llevan siempre una mascarilla encima para protegerse si, por ejemplo, «entras en una tienda y han echado ambientador», explica Lola Contra, una afectada. Otros síntomas, que se relacionan también con la fibromialgia y la fatiga crónica, son mareos, debilidad muscular, cansancio o desorientación.

Carme Valls, endocrinóloga y vicepresidenta del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), detalla que afecta más a las mujeres, tanto por genética como por mayor exposición a los productos químicos.

Julio Márquez, exjefe de Neurología del Hospital Universitario de Bellvitge, impulsó una unidad de SQM a mediados de los 90, clausurada justo un día después de su jubilación en el 2006. Dice: «Las pruebas clínica son exhaustivas y los resultados no pueden fingirse, es una enfermedad multisistémica, ataca sobre todo al sistema nervioso porque interfiere en los neurotransmisores».

La OMS no la reconoce como enfermedad; Japón, los Estados Unidos y Alemania, sí.

También la reconocen los jueces, que «van por delante de las autoridades sanitarias, hay decenas de sentencias que reconocen el SQM», dice Jaume Cortés, abogado especializado en riesgos laborales del Colectivo Ronda.

Los médicos aconsejan ventilar mucho, como hacían las abuelas, no aplicar productos químicos alegremente, ni siquiera en casa, dónde se concentran los focos contaminantes en poco espacio y usar guantes y mascarilla siempre que sea necesario. Lola, además, insta a «abandonar esa absurda manía que lo limpio tiene que oler a algo; eso añade más y más química innecesaria». El doctor Márquez resume: «La química ha ayudado a salvar muchas vidas, pero no puede desbocarse de esta manera».

Foto (CC) Chesbayprogram.

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