Por Nacho Palou — 29 de octubre de 2009
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Según el artículo de Times Online, Yemen podría ser el primer país del mundo en quedarse sin agua. Si la población de la capital Sanaa continua creciendo al ritmo actual -incrementado por las limitaciones de agua en otras zonas del país-, los pozos quedarán secos en apenas diez años.
La disponibilidad de agua en Yemen es de entre 100 y 200 metros cúbicos por persona y año, muy por debajo de la línea internacional de pobreza de agua, que es de 1.000 metros cúbicos.
Las reservas subterráneas de agua se consumen más rápidamente de lo que se reponen y, donde hasta hace no mucho se encontraban a apenas 20 metros de la superficie, ahora está a 200 metros. Y eso a pesar de que la mayoría de las casas cuentan con depósitos en los tejados para recoger el agua de la lluvia.
Una posible solución sería la construcción de plantas desaladoras del agua del mar; pero resultaría demasiado costoso y posiblemente tarde, por lo que probablemente la única opción está en reducir el consumo de agua destinada a la agricultura y la industria.
(Vía Javi de Ríos.)