Impresión artística de la Venera 7 sobre la superficie de Venus – Roscosmos
Hoy se cumplen 50 años del aterrizaje de la sonda Venera 7 sobre la superficie de Venus. Fue la primera vez que una sonda se posó sobre la superficie de otro planeta y consiguió transmitir datos. Aunque el aterrizaje no fue todo lo suave que hubiera sido de desear ya que la atmósfera venusina se comió el paracaídas de la sonda y esta cayó a plomo la última parte de su viaje.
De hecho al principio se pensó que no había conseguido transmitir datos desde el suelo. Pero un análisis de las cintas en las que se grabó la telemetría de la sonda descubrió que sí había transmitido como 20 minutos de datos desde el suelo, aunque con el aterrizaje poco ortodoxo su antena de alta ganancia no quedó apuntada en la dirección adecuada y la señal era realmente débil. Un gran tributo, en cualquier caso, a la ingeniería soviética.
Los datos de la Venera 7 nos revelaron que en la superficie la temperatura era de unos 475 °C y la presión atmosférica de unas 90 atmósferas. Por no hablar de que la atmósfera era un 97% de dióxido de carbono. Casi imposible algo más alejado del vergel que durante muchos años creímos que era nuestro vecino.
Roscosmos ha publicado un especial con materiales inéditos sobre la misión titulado La domesticación de Venus. Por ahora está sólo en ruso pero Google Chrome os lo traduce encantado.
La siguieron las Venera 8, 9, 10, 11, 12, 13 y 14 sobre la superficie de Venus. Venera 9 fue la primera sonda de la historia en enviar imágenes desde la superficie de otro planeta. Pero desde el aterrizaje de la Venera 14 el 5 de marzo de 1982 no hemos vuelto a la superficie de Vebus, aunque sí hemos colocado orbitadores a su alrededor y hemos hecho algún que otro sobrevuelo.
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