Por @Wicho — 25 de abril de 2023

Visto todo lo que sucedió con el primer lanzamiento del Starship que no fue precisamente nominal –trozos de hormigón volando por todas partes, motores dañados, partículas de polvo sobre poblaciones cercanas, etc– la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) ha suspendido los lanzamientos del cohete mientras investiga qué sucedió.

Era lo esperable, y de hecho es lo que ha hecho con otros cohetes que han fallado. Pero aparte de investigar el fallo del cohete en sí también van a investigar los restos que el lanzamiento ha dejado en tierra.

De la sección de accidentes e incidentes de su web (no hay enlace permanente):

20 de abril de 2023

Operaciones espaciales / SpaceX Starship Super Heavy / Boca Chica, Texas

Se produjo una anomalía durante el ascenso y antes de la separación de las etapas que resultó en la pérdida del vehículo. No se ha informado de heridos ni de daños a la propiedad pública.

La FAA supervisará la investigación del accidente de la misión de prueba del Starship / Super Heavy.

La vuelta al vuelo del Starship / Super Heavy queda supeditada a que la FAA determine que cualquier sistema, proceso o procedimiento relacionado con el percance no afecta a la seguridad pública. Esta es la práctica habitual en todas las investigaciones de percances.

La FAA es responsable de proteger al público durante las operaciones de lanzamiento y reentrada del transporte espacial comercial.

Según se puede leer en SpaceX Starship explosion spread particulate matter for miles las principal preocupación es la gran cantidad de partículas similares a arena y ceniza, así como los restos más pesados que levantó el lanzamiento.

Por una parte porque llegaron mucho más allá del campo de escombros previsto por SpaceX, que en teoría estaba limitado a una zona de unos 2,5 kilómetros cuadrados alrededor de la plataforma de lanzamiento. Eso supone que no podían llegar a más de aproximadamente 0,8 kilómetros de distancia de la plataforma en cualquier dirección. Pero esos materiales llegaron a las poblaciones de Port Isabel y South Padre Island, a unos 10 kilómetros de la plataforma. En Port Isabel hay también informes de ventanas rotas.

Además no se sabe todavía si las partículas de ceniza y arena son peligrosas al tacto o al respirar y qué efecto podrían tener en la salud del suelo. Habrá que esperar a su análisis para saberlo.

Por otra parte también hay preocupación por los efectos del ruido, las partículas y los residuos más pesados en las especies amenazadas que viven en la zona; no hay que olvidar que en zonas cercanas a la plataforma hay varias zonas designadas como Refugio Nacional de Vida Silvestre.

Meses de trabajo por delante

Así las cosas la FAA dijo en un correo electrónico que envió a la CNBC que la vuelta al vuelo de Starship pasará por que la FAA decida que «cualquier sistema, proceso o procedimiento relacionado con el percance no afecta a la seguridad pública.»

Pero aún está por ver qué se le va a pedir a SpaceX; a fin de cuentas tampoco hay que olvidar que a la FAA le colaron el Boeing 737MAX. Y que en no menor medida le colaron lo del lanzamiento del Starship desde Boca Chica: el ingeniero medioambiental Eric Roesch, @ESGHound en Twitter, venía avisando de cómo SpaceX había «maquillado los hechos» para conseguir la licencia para el lanzamiento. Su anotación SpaceX's Texas Rocket is Going To Cause A Lot More Damage Than Anyone Thinks (El cohete Texas de SpaceX va a causar muchos más daños de lo que se cree), publicada días antes del lanzamiento, es especialmente demoledora:

En mayo del año pasado, demostré que SpaceX usó datos de modelos de principios de 2019 para conseguir la aprobación de los lanzamientos; en ese momento en el desarrollo de Starship, el empuje total del megacohete se estimó en 61,8 meganewtons (MN). Hoy, el cohete que se encuentra en una plataforma en Boca Chica, Texas, tiene una potencia nominal de 74 MN, un aumento del tamaño del 20 %.

[…]

Para complicar aún más el problema, el encendido estático de febrero de los 33 motores de Starship Superheavy se realizó con solo el 50% del empuje total. Una encendido a potencia completa habría producido un impacto de ruido significativamente mayor.

De ahí, entre otras cosas, el título de su anotación.

Si la FAA se pone seria, tardaremos bastantes meses en ver un nuevo lanzamiento desde Starbase por mucho que la investigación sea de oficio, entre otras cosas porque debería exigir la construcción de una trinchera para llamas –que no está claro que se pueda dadas las características del terreno– o como poco un deflector de llamas. Y de un sistema de supresión de sonido y calor por agua de verdad, no como el de ahora que apenas sirve para refrigerar algunos componentes de la plataforma de lanzamiento.

Los estudios y permisos necesarios para poder montar las dos cosas, al menos según Roesch, llevarían muchos meses; probablemente más de un año.

Posibles alternativas

Otra opción es que para seguir adelante SpaceX decida retomar la idea de lanzar el Starship desde una plataforma marítima. Pero es que hace unos meses detuvieron el trabajo en ese sentido.

Y otra más es que pidan permiso para lanzar el Starship desde Florida. De hecho están construyendo una torre de lanzamiento para él en el Complejo de Lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy. Pero aunque allí hay zanjas para llamas, ya no hay sistema de supresión de sonido por agua, pues SpaceX lo desmontó cuando se hizo cargo de la plataforma. Además la plataforma 39A es la única preparada para lanzar misiones tripuladas, así que la NASA no va a arriesgar daños en ella. Al menos no mientras SpaceX no tenga listo el Complejo de Lanzamiento 40 de Cabo Cañaveral para lanzar misiones tripuladas.

Claro que la NASA también está bajo la presión de que el Starship siga adelante porque el por ahora único aterrizador lunar del programa Artemisa está basado en él. Así que mientras no vuele de forma regular y segura, lo de volver a poner una misión tripulada sobre la superficie de la Luna se va retrasando día a día.

En fin, que por ahora es todo un lío bastante serio para SpaceX y la NASA. Y si hace unos días decía que no iba a haber lanzamientos de Starship desde Boca Chica al menos hasta 2024 ahora estoy aún más convencido. Y de hecho, si la FAA se pone seria, puede que no los haya nunca más.

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