Wandt entrenándose en el manejo de los sistemas de Columbus en el simulador situado en el ESTEC - ESA
La Agencia Espacial Europea acaba de hacer público que ha escogido al sueco Marcus Wandt para volar a la Estación Espacial Internacional en una misión de Axiom Space. Con esto Wandt, quien desde el pasado 1 de junio se ha incorporado a la ESA como astronauta de proyecto mientras su misión esté activa, se convertirá en el primero de su promoción en ir al espacio a pesar de que era un astronauta en reserva.
Cero sorpresas en esto, la verdad; en esta casa predijimos que sería él, lo que tampoco era difícil después de que a finales de abril Axiom Space y la Agencia Espacial Europea (ESA) anunciaran la firma de un acuerdo con la Agencia Espacial Nacional Sueca sobre una futura misión a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Como también predijimos, volará en la misión Ax-3, cuyo lanzamiento está previsto para no antes de noviembre de este año. Estará al mando Michael Lopez-Alegria. Walter Villadei, por parte de la Agencia Espacial Italiana, será el piloto. Alper Gezeravci, de la Agencia Espacial Turca y el propio Marcus Wandt ocuparán los puestos de especialistas de la misión.
Wandt está en Twitter como @astro_marcus.
La misión, bautizada como Muninn –uno de los dos cuervos mensajeros de Odin; Huginn, el nombre del otro, fue el de la misión de Andreas Mogensen– tendrá una duración de unos diez días y se centrará en actividades científicas a desarrollar en el laboratorio Columbus de la ESA.
Aunque el acuerdo para poner en órbita a un astronauta sueco se hizo conjuntamente con la ESA, la financiación de la misión correrá a cargo de la Agencia Espacial Sueca, junto con la Corporación Espacial Sueca y las Fuerzas Armadas Suecas. Las empresas Saab y FAM también participarán en la financiación. Y es que el dinero para estas misiones no puede salir de la contribución del país en cuestión a la agencia sino que tiene que ir aparte.
Así, si todo va según lo previsto, además de adelantarse al resto de su promoción, Wandt será el primer astronauta de la ESA en volar en una misión privada. Pero no será el último, ni mucho menos, ya que es algo que la agencia quiere potenciar. Y de hecho ya se habla de que Aleš Svoboda, de la República Checa, y también astronauta de reserva, pueda seguir ese mismo camino tan pronto como en 2024 si el país consigue la financiación.
Y queda por ver qué pasa con el programa HUNOR, de Hungarian to Orbit, Húngaro en órbita –los candidatos son cuatro señores–, el proyecto que tiene en marcha el gobierno magiar para enviar un astronauta durante cien días a la EEI a finales de 2024 o principios de 2025. Hungría es miembro de la ESA, pero nadie del país está en el cuerpo de astronautas. Y en cualquier caso nada impide al gobierno del país negociar lo que le parezca directamente con una empresa privada sin hacerlo bajo los auspicios de la ESA.
Así que no sólo veremos cada vez más astronautas privados, que quizás lleguen a superar en número a los profesionales, sino que cada vez más las agencias espaciales de los distintos países podrán optar por poner a alguien en el fast track al espacio gracias a este tipo de misiones.
También veremos más adelantamientos por la derecha como el de Wandt al resto de personas de su promoción. De hecho pasó algo parecido hace poco con Rayyanah Barnawi, quien a bordo de la misión Axiom Ax-2 se convirtió en la primera astronauta árabe. Arrebató el puesto a Nora Al Matrooshi, que se está entrenando en la NASA y a quien en principio iba a ser la primera astronauta árabe.
En cualquier caso, dejando posibles suspicacias aparte, cuantas más opciones para acceder al espacio, mejor. ¿Alguien tendría unos 50 millones de euros que prestarme?
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