Por @Wicho — 10 de Enero de 2024


Impresión artística de Peregrine en la Luna, a dónde ya nunca llegará – Astrobotic

En el momento de publicar esta anotación al aterrizador lunar Peregrine de Astrobotic le quedan unas veinticuatro horas de vida. Esto es debido a que a las pocas horas de que fuera puesto en camino hacia la Luna desarrolló una fuga de propelentes.

Esa fuga, por un lado, obliga a sus motores de control de actitud a trabajar más de lo previsto, con lo que está por ver si duran tanto. Y, por otro, hará que los propelentes se terminen dentro de las veinticuatro horas citadas, minuto arriba, minuto abajo. Eso a su vez hará que Peregrine deje de poder maniobrar, con lo que dejará de poder apuntar su panel solar hacia el Sol, lo que hará que se descarguen las baterías y será el fin de la misión.

La teoría con la que trabaja ahora mismo Astrobotic como origen del fallo es que una válvula que inyecta helio en el depósito de oxidante para presurizarlo no se cerró correctamente. Esto hizo que la presión en el depósito aumentara más allá de sus límites, llevándolo a reventar y de ahí la fuga.

Todo esto quiere decir que, por supuesto, nunca llegará a la Luna, en cuya superficie tenía que haberse posado el próximo 23 de febrero. Y, por ende, que ninguna de sus cargas útiles llegará a su destino. Estas son los rovers Colmena de la Agencia Espacial Mexicana e Iris de la Universidad Carnegie Mellon; siete instrumentos de la NASA y otro del Centro Aeroespacial Alemán; y trece cápsulas del tiempo de varios países e instituciones.

Y también es un duro tropiezo para el programa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (Commercial Lunar Payload Services, CLPS) de la NASA, cuyo primer lanzamiento era precisamente el de Peregrine. Parte de la filosofía del programa es hacer muchos lanzamientos por relativamente poco dinero, asumiendo que eso quiere decir que alguno no lo conseguirá. Pero como decía, es duro que precisamente el primero haya fallado.

De lo que caben pocas dudas es de que como poco el siguiente lanzamiento del programa con Astrobotic, que tiene que poner el rover VIPER sobre la superficie de la Luna a bordo del aterrizador Griffin, se verá retrasado mientras la empresa y la NASA analizan qué ha pasado. Estaba previsto para noviembre de este año.

Mientras, el siguiente lanzamiento previsto del programa CLPS es el de la Misión IM-1 de Intuitive Machines, que tiene como objetivo colocar sobre la superficie de la Luna varios instrumentos de la NASA y otras instituciones y colocar en órbita lunar dos cubesat. Está programado para febrero y correrá a cargo de un Falcon 9 de SpaceX y del aterrizador Nova-C, así que como se trata de hardware totalmente distinto, el fallo de Peregrine no debería influir en su lanzamiento.

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