Por @Wicho — 20 de diciembre de 2023

Se me había pasado la vuelta al servicio del cohete Ceres-1 de la empresa china Galactic Energy tras su fallo del pasado 24 de octubre. El pasado día 5 despegaba sin problemas del Centro de lanzamiento de satélites de Jiquan para poner en órbita los satélites Tianyan-16 y Xingchi-1A en la misión bautizada como We Won't Stop (No pararemos).

Con el Electrón de Rocket Lab y el New Shepard de Blue Origin van tres cohetes que vuelven al servicio este mes.

Galactic Energy fue la segunda empresa privada china en conseguir poner en órbita un cohete con el lanzamiento del primer Ceres-1 el 11 de noviembre de 2020. Se le había adelantado iSpace con el lanzamiento de su primer Hyperbola-1 el 25 de julio de 2019. Aunque desde entonces llevaba nueve lanzamientos sin problemas hasta el fallo del 24 de octubre. Y de hecho era la única que había conseguido operar regularmente de las tres empresas privadas chinas que han conseguido poner un cohete en órbita.

El fallo del lanzamiento del 24 de octubre vino por un fallo en el ensamblado del cohete. Unos tornillos demasiado apretados dañaron daños en una cubierta de fibra de carbono de la primera etapa, lo que a su vez hizo que, una vez en vuelo, la tobera del motor resultara dañada, provocando la pérdida de la misión. Dentro de lo malo eso era una buena noticia, ya que no se trataba de un fallo del cohete propiamente dicho. Con lo que con revisar los procesos de ensamblado todo ha quedado solucionado y sólo en 75 días el cohete ha vuelto al servicio.

El Ceres 1 es un cohete de 20 metros de longitud y 1,4 de diámetro capaz de colocar cargas de hasta 400 kilos en órbita baja terrestre o de hasta 230 kilos en órbita sincrónica al Sol de 700 kilómetros de altitud. Tiene cuatro etapas, las tres primeras con motores de combustible sólido, mientras que la cuarta usa hidrazina como combustible.

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