Por @Wicho — 27 de Diciembre de 2019

El último lanzamiento espacial de 2019 para China ha servido para comprobar que el cohete pesado Larga Marcha 5 parece estar listo para volver al servicio una vez corregido el problema con las turbobombas de la primera etapa que hizo fallar su segundo lanzamiento.

La carga de este tercer lanzamiento era el Shijian 20, un satélite experimental de telecomunicaciones de 7.600 kilos de peso que tiene como misión precisamente la de sustituir al Shijian 18, perdido con el segundo Larga Marcha 5. Está en una órbita supersíncrona de 192×68.000 kilómetros que luego irá circularizando con sus motores de iones.

En su variante más potente el CZ-5, por su nombre en chino, Changzheng 5 en chino, tiene una altura de 62 metros y un diámetro de 5, con un peso de 867 toneladas. Está formado por una primera y segunda etapas que usan hidrógeno y oxigeno líquidos como combustible y cuatro propulsores auxiliares que usan oxígeno líquido y queroseno como combustible. En esta configuración puede colocar cargas de unas 14 toneladas en una órbita de transferencia geoestacionaria. Esto me mejora considerablemente la capacidad del Larga Marcha 3B/E, el cohete más potente del que disponía China hasta ahora, que sólo llega a los 5.500 kilos.

Será el cohete que utilice China para lanzar la misión Huoxing-1 a Marte en la ventana de lanzamiento del verano de 2020. Será también la que use para lanzar la misión Chang'e 5 de retorno de muestras de la superficie de la Luna a finales de 2020. Y, por supuesto, la podrán utilizar para poner grandes cargas en órbita terrestre, ya sea eoestacionaria o en órbita baja.

Larga Marcha 5 y 5B - China Academy of Launch Vehicle TechnologyDe hecho será la versión CZ-5B, que prescinde de la segunda etapa, con una altura de 54 metros, un diámetro de 5 y un peso al lanzamiento de 837, y capaz de colocar unas 25 toneladas en órbita terrestre baja, la que usen para lanzar los módulos de la estación espacial modular china. Aunque antes de arriesgar uno de esos módulos está previsto que en la segunda mitad de 2020 hagan un lanzamiento de prueba del CZ-5B con un prototipo, que irá vacío, de la nueva cápsula tripulada china.

Ha sido el lanzamiento orbital chino número 33 del año, de los que 31 han terminado con éxito. Estos 31 incluyen el lanzamiento del primer Hyperbola-1, desarrollado por iSpace, que se convertía así en la primera empresa privada china en poner un cohete en órbita.

Los dos fallos son los de los lanzamientos del OS-M de OneSpace, que en marzo intentaba conseguir el título de primera empresa privada china en hacer un lanzamiento orbital y el de un Larga Marcha 4C con un satélite de reconocimiento de la serie Yaogan.

El total de lanzamientos es algo inferior a los 39 de 2018, que por ahora son el récord, pero aún así queda muy por delante de los 22 de de 2016 que eran el récord anterior.

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