Último lanzamiento del Atlantis
El 8 de julio de 2011 a las 15:29 UTC el transbordador espacial Atlantis despegaba en la última misión de los transbordadores espaciales de la NASA, misión que terminó el 21 de julio a las 9:57.
La STS-135 ponía fin a más de treinta años de servicio de estas naves, que durante su carrera lanzaron satélites como el mismísimo telescopio espacial Hubble, al que revisitaron en cuatro ocasiones para realizar tareas de mantenimiento, sirvieron como laboratorio espacial, y contribuyeron de forma definitiva a la construcción de la Estación Espacial Internacional. Incluso participaron en algunas misiones aún clasificadas para el Departamento de Defensa.
Y si bien nunca llegaron, ni de lejos, a cumplir con su promesa de abaratar y facilitar el acceso al espacio –se llegó a hablar de lanzamientos semanales– sí capturaron nuestra imaginación.
Hay un montón de cosas escritas acerca de los transbordadores, pero Space Shuttle Almanac es probablemente la publicación más completa sobre estas naves. Se trata de un libro electrónico que cubre desde su desarrollo hasta su última misión, con montones de fotos, diagramas, esquemas y todo tipo de detalles acerca del programa.
Yo tuve la enorme suerte de poder asistir en directo al lanzamiento del Atlantis en su última misión gracias a un Tweetup organizado por la NASA, algo que conté en una charla titulada que puedes ver y escuchar como una presentación interactiva con sus correspondientes enlaces enLa NASA desde primera fila con Wicho.
Cualquier programa espacial tiene fecha de caducidad desde el momento en el que se piensa en él, aunque viendo las Soyuz uno pueda dudarlo un poco, pero lo peor del caso de los transbordadores espaciales de la NASA es que cinco años después la agencia aún está a muchos años de disponer de otra nave espacial tripulada propia.
Afortunadamente, parece que la iniciativa privada será la que cumpla con la promesa de acercarnos un poquito más al espacio, la frontera final.
Porque como siempre decimos, citando a Konstantín Tsiolkovski, «la Tierra es la cuna de la humanidad, pero no se puede estar para siempre en la cuna».