Por @Wicho — 26 de septiembre de 2022

Esta próxima noche a la 1:14, hora peninsular española (UTC +2), del martes 27, la sonda DART de la NASA, de Double Asteroid Redirection Test, Prueba de redireccionamiento de un asteroide binario, se estampará contra el asteroide Dimorphos, de 160 metros de diámetro, que a su vez es una luna del asteroide Didymos, de 780 metros, a casi 22.000 kilómetros por hora. La idea es comprobar si, en caso de necesidad, seríamos capaces de desviar un asteroide que se dirigiera a la Tierra

NASA TV retransmitirá el impacto a partir de las 23:30, hora peninsular española (UTC + 2). ESA WEB TV de la Agencia Espacial Europea (ESA) hará lo propio a partir de la medianoche.

No es la primera vez que «le disparamos» a un asteroide. Ya lo hicieron antes las sondas Deep Impact y Hayabusa 2. Pero en ambos casos el objetivo era estudiar la composición interna de sus asteroides objetivo, no cambiar sus órbitas.

Fotomontaje en el que se compara Dimorphos con el Coliseo de Roma, que casi llena por completo
Dimorphos comparado con el Coliseo de Roma – ESA-Science Office

No hay ninguna posibilidad de que los 570 kilos de masa de DART saquen a Dimorphos de su órbita alrededor de Didymos, que a su vez tiene una órbita que no supone ningún riesgo para nosotros. Pero la esperanza es que el impacto cambie lo suficiente la órbita de Didymos como para que podamos medir ese cambio. Cómo y cuánto cambie la órbita nos servirá para entender mejor la mecánica de los choques en el espacio y para hacernos una idea de qué necesitaríamos hacer en caso de que se nos viniera un asteroide encima. Se puede pensar en la misión DART como en esas colisiones que se hacen en los laboratorios de pruebas de vehículos para ver cómo se escacharran al chocar y así entender mejor qué pasa en esas colisiones.

Aparte de sus sistemas de guiado y navegación y propulsión, DART lleva a bordo una cámara bautizada como DRACO, de Didymos Reconnaissance and Asteroid Camera for Optical navigation, Reconocimiento de Didymos y asteroides para navegación óptica, que enviará aproximadamente una imagen por segundo hasta el momento del impacto. Esas imágenes serán utilizadas para estimar la masa del asteroide, el tipo de superficie que tiene, y el lugar de impacto.

¿Y después del choque, qué?

Pero claro, DRACO no sobrevivirá al impacto. Así que en los pasados días DART liberó el CubeSat LICIACube, que lleva dos cámaras a bordo que conseguirán imágenes post-impacto. La idea es que nos permitan ver tanto el lugar del impacto como la nube de material que se supone que habrá liberado. Y tanto en la Tierra como en el espacio toda una serie de observatorios estarán también pendientes para intentar detectar la nube de polvo que se espera que produzca el impacto.

Aunque habrá que esperar días o semanas para obtener las mediciones necesarias para saber si la órbita de Dimporphos ha cambiado o no. Si todo va según lo previsto, habrá perdido algo de velocidad, con lo que el periodo de su órbita, que ahora es de 11 horas y 55 minutos, se habrá reducido.

La prueba definitiva, de todas formas, llegará con la misión HERA de la Agencia Espacial Europea (ESA). Con un lanzamiento previsto en octubre de 2024, llegará al sistema Didymos-Dimorphos en 2026. Estudiará de cerca el cráter del impacto y los cambios producidos –o no– en la órbita de Dimporphos, así como las características físicas de los dos asteroides.

Aparte de los instrumentos que lleva a bordo, liberará los CubeSat llamados Milani y Juventas. Milani analizará la composición de la superficie de los asteroides y medirá la nube de polvo liberada en el impacto. Juventas, por su parte, obtendrá datos del subsuelo y de la estructura interna de ambos asteroides para ayudar a medir sus campos gravitatorios. También intentará posarse sobre Diporphos para medir la respuesta mecánica de su superficie y así saber mejor contra qué chocó DART.

Hera es una especie de versión light de AIM, la parte europea de la misión AIDA. Originalmente AIM iba a estar en las proximidades de Dimporphos para medir el impacto de DART y estudiar su resultado. Pero AIM fue cancelada en 2016 por falta de financiación, aunque resurgió en 2018 como Hera.

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