En este episodio de una serie sobre los entrenamientos de astronautas del canal de YouTube de la Agencia Espacial Europea Matthias Maurer explica cómo son los cursos de supervivencia. Que, a pesar de lo que se pueda pensar, son más bien sobre cómo sobrevivir en parajes terrestres inhóspitos, o en el mar, tras haber vuelto del espacio. Porque no siempre se acierta con el lugar de aterrizaje.
Yo no recordaba que al mítico Alekséi Leónov ya le sucedió algo parecido: un retraso de 46 segundos en la reentrada desvió la Vosjod 2 a 386 km del punto previsto, hasta un inhóspito bosque cerca de Solikamsk. Aunque la localizaron más o menos pronto, acceder al sitio exacto era complicadísimo, de modo que pasaron cerca de 24 a -5°C y sin calefacción. En otra situación delicada la Soyuz 23 a su vez cayó sobre el lago semihelado de Tengiz, en vez de hacerlo en tierra. Nueve horas esperaron malamente hasta que llegó un helicóptero.
Como explica Maurer los entrenamientos –en sitios tan fríos como Rusia o Suecia– incluyen la supervivencia típica en condiciones extremas cuando alguien se encuentra en esos sitios y que conocemos por personajes como Bear Grylls: construir refugio, cortar madera, encender una hoguera… Las cápsulas llevan herramientas y antiguamente también la mítica pistola de supervivencia, que como es sabido no es tanto para los problemas que pueda haber en el espacio sino para defenderse de animales salvajes.
Otros entrenamientos incluyen moverse por una especie de estrecho laberinto como ratas de laboratorio en oscuridad y condiciones penosas, apagar incendios y naturalmente toda una variedad de técnicas para supervivencia en alta mar: lanzar botes, nadar a bajas temperaturas, con fuerte oleaje… Una parte la hicieron junto con los taikonautas chinos. Aquí además del tinte para marcar la posición en el agua quizá lo más llamativo sea el repelente de tiburones que también hay en los kits de supervivencia. Algo que nunca se sabe cuándo vas a necesitar.
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