Por @Wicho — 2 de Enero de 2019

La New Horizons y Ultima Thule
Impresión artística de New Horizons en Ultima Thule – NASA/JHUAPL/SwRI/Steve Gribben

Desde primeras horas de la tarde del día 1 de enero de 2019, hora peninsular española, sabíamos que la sonda New Horizons de la NASA había superado sin problemas a su sobrevuelo del objeto del cinturón de Kuiper 2014 MU69, también conocido informalmente como Ultima Thule.

Esto no es poco, ya que la sonda podía haber chocado con alguna roca –y a 14 kilómetros por segundo no hacía falta que fuera muy grande para que el impacto hubiera tenido consecuencias catastróficas– o haber entrado en modo seguro por algún fallo interno producido durante el sobrevuelo.

También sabíamos que su memoria estaba tan llena como tenía que estar tras haber ejecutado todas las órdenes que tenía almacenadas para el sobrevuelo… pero quedaba la duda de si el equipo de la misión había apuntado bien. Y es que Ultima Thule es mucho más pequeño que Plutón y su órbita no era tan bien conocida como la del ex–planeta. De hecho no sabíamos de la existencia de Ultima Thule más que desde 2014, de ahí su denominación oficial. Así que cabía la posibilidad de que los bancos de memoria de la New Horizons estuvieran llenos de un montón de información e imágenes acerca de nada, aunque para minimizar ese riesgo la sonda tenía órdenes de tomar datos también alrededor de la posición teórica de Ultima Thule.

Pero afortunadamente el equipo de la misión lo ha clavado una vez más y ya sabemos que los aproximadamente 50 GB de información que la New Horizons ha grabado durante el encuentro contienen un montón de información e imágenes interesantes. Eso sí, la sonda tardará unos 20 meses en poder enviarla toda porque transmite con una potencia de 15 vatios desde una distancia de unos 6.300 millones de kilómetros, con lo que su velocidad de transmisión está entre los 0,5 y 1 kilobits por segundo.

Sin embargo, conscientes del interés generado, el equipo de la misión había preparado un primer envío de datos con imágenes que nos permitieran discernir la forma y color de Ultima Thule, que ha resultado ser un muñeco de nieve rojizo… o BB8, o un cacahuete, o Kenny de South Park; todo depende de cómo lo mires. Aunque el equipo de la misión ha optado por la opción muñeco de nieve.

Primera imagen decente de Ultima Thule
Ultima Thule desde 28.000 km de distancia - NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute

Sabemos también que mide unos 33 kilómetros en su eje más largo y que está formado por dos cuerpos que se unieron hace unos 4.500 millones de años tras un proceso de acreción de partículas más pequeñas en lenta rotación unas alrededor de otras. Ultima es el lóbulo grande, que es unas 3 veces mas grande que Thule, el pequeño. Aunque hay que recordar que son nombres no oficiales y que el equipo de la misión, una vez analizados los datos obtenidos, propondrá a la Unión Astronómica Internacional un nombre oficial.

Su forma recuerda mucho también a la de 67P/Churyumov-Gerasimenko, el cometa que visitaron Rosetta y Philae. De hecho el equipo de la misión ha dicho en la presentación de las primeras imágenes que es muy posible que Ultima Thule tenga la forma que tienen los cometas antes de que algo los lleve a irse precipitando hacia el Sol, proceso que los va esculpiendo hasta acabar como Chury o destruidos por completo, ya sea porque acaban en pequeñas piezas o porque los engulle el Sol.

Una cosa en la que han insistido mucho durante la presentación de esta primera imagen es que dada la distancia a la que está tomada –unos 18.000 kilómetros– y su resolución –140 metros por pixel– y el ángulo de la iluminación aún es muy pronto para poder hablar de si hay cráteres y rocas o no en la superficie de Ultima Thule. También han insistido en que aunque el color sea similar al del polo norte de Plutón eso no quiere decir que su composición sea la misma, pues hay varios procesos que pueden dar lugar a materiales de ese color.

Así que hay que esperar a próximas ruedas de prensa que se irán produciendo según vayan llegando más datos e imágenes con más resolución, de hasta tan solo 35 metros por pixel en las tomadas más de cerca, y con mejor iluminación.

En cualquier caso 2014 MU69, Ultima Thule, el muñeco de nieve, Kenny, el cacahuete o como queramos llamarlo es desde el 1 de enero de 2019 el objeto más lejano que hayamos visitado jamás.

Respecto al futuro, Alan Stern, el investigador principal de la misión, ha revelado que en el verano de 2020 el equipo tiene la intención de proponer un encuentro con otro objeto del cinturón de Kuiper, objeto que habrá que localizar primero, claro.

Por cierto que Brian May, el guitarrista de Queen, quien también es doctor en astrofísica, ha compuesto una canción para conmemorar este hito de la misión, canción que fue estrenada en la noche del 1 de enero:

En los próximos días, según se vayan recibiendo más datos, habrá novedades. Puedes seguir la misión en @NASANewHorizons para estar al tanto… o leernos a nosotros, que también lo iremos contando.

También puedes echarle un ojo al «hilillo» que he hecho en Twitter según se iban sabiendo cosas, en el que aparte de la misión de la New Horizons también salen canciones, películas, series de televisión y libros… aunque todo relacionado con estos días tan espaciotrastornados que estamos viviendo. Menos mal que no me gustan los hilos.

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