La Dragon 9 a su partida de la EEI
Un amerizaje a 525 kilómetros al oeste de Baja California a las 15:47 UTC del 26 de agosto de 2016 ponía fin a la misión de la cápsula de carga Dragon SpX–9 que, entre otras cosas, había llevado a la Estación Espacial Internacional el adaptador que permitirá que las naves espaciales tripuladas que están desarrollando Boeing y SpaceX puedan atracar en ella.
En su viaje de vuelta la Dragon 9 traía en su interior 12 ratones y muestras de sangre, saliva y orina de astronautas, así como cultivos de células y muestras de vegetales cultivados en la Estación. Todas estas muestras venían convenientemente guardadas en las neveras de la cápsula.
También ha traído de vuelta hardware ya no necesario a bordo o que necesita ser revisado como uno de los trajes que se usan para paseos espaciales.
La Dragon 9 a bordo de la barcaza de recuperación
Uno de los compromisos de SpaceX con estas misiones es que los materiales marcados como urgentes han de estar en 48 horas en manos de sus destinatarios, con lo que siempre es una especie de carrera contra reloj izar la cápsula a bordo de la barcaza y llegar lo antes posible a puerto.
En la actualidad la Dragon es la única nave que da servicio a la Estación que tiene la capacidad de traer carga de vuelta en una cantidad apreciable; en las Soyuz tripuladas apenas se pueden meter unos kilos y las Progress y las Cygnus se destruyen en la atmósfera durante su reentrada, con lo que su función es más bien la de camión de la basura al final de su misión.