Las Mercury 13 fueron un grupo de mujeres que a principios de la década de los 60 del siglo XX se sometieron a un entrenamiento similar al de los astronautas de la NASA porque ellas también querían ser astronautas. Pero ni la agencia ni la sociedad estadounidense en su mayor parte estaban listas todavía para ello, por lo que el proyecto fue torpedeado tanto desde la NASA como desde el gobierno.
Planet Labs es una empresa que mediante una flota de CubeSat de tres unidades (30×10×10 centímetros) llamados Dove –ha lanzado casi 300 de los que hay unos 150 en activo– consigue obtener imágenes con una resolución de 3 a 5 metros de toda la Tierra cada día. Y sus ingenieros, que también tienen su corazoncito, llevan años decorando los paneles exteriores de los Dove con grabados hechos mediante láser aunque nunca nadie los vaya a volver una ver una vez lanzados. Es arte efímero en el espacio.
Esos diseños no son siempre los mismos. Así que en el último lote de Doves, puesto en órbita a finales de noviembre, decidieron poner los nombres de las 13 en 3 de los satélites como pequeño homenaje a estas bravas mujeres. Algunas de ellas, ya fallecidas, no llegarán al espacio. Otras, como Wally Funk, que tiene sus esperanzas puestas en las naves que están desarrollando Blue Origin y Virgin Galactic, puede que aún lleguen.
Pero al menos sus nombres estarán durante una temporada en órbita.
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