Por @Wicho — 27 de octubre de 2018

El Hubble en órbita

Tras conseguir poner en funcionamiento un giroscopio que había fallado por el viejo, universal, y casi infalible método de apagarlo, encenderlo y sacudirlo un poco, el telescopio espacial Hubble vuelve a estar «aciendo la cencia».

En concreto a las 8:10, hora peninsular española, del 27 de octubre de 2018 la Cámara de Gran Angular 3 del Hubble comenzó a observar en el infrarrojo la galaxia DSF2237B-1-IR.

El Hubble necesita los giroscopios para mantener su posición cuando está realizando observaciones o para controlar su movimiento cuando deja un objetivo para pasar a apuntar al siguiente. En su modo de funcionamiento normal usa tres, aunque tiene seis precisamente para cubrir el posible fallo de alguno.

Por eso los seis giroscopios fueron cambiados durante la cuarta misión de mantenimiento del Hubble, llevada a cabo por la tripulación del transbordador espacial Atlantis en mayo de 2009. Cuatro de ellos eran completamente nuevos mientras que dos de ellos habían sido restaurados en tierra después de haber sido traídos de vuelta tras la misión de mantenimiento 3A en diciembre de 1999. Tres de los cuatro –incluyendo los dos restaurados– eran de un diseño antiguo. Los otros tres incorporan mejoras en el diseño que en principio los hacen más duraderos.

El primero de los giroscopios de diseño antiguo falló en marzo de 2014 y el segundo en abril de 2018. Y fue precisamente el fallo del último de los tres giroscopios antiguos lo que provocó que el Hubble entrara en modo seguro el pasado 5 de octubre, pues el giroscopio de reserva –uno de los de diseño nuevo– que tenía que haber entrado en funcionamiento automáticamente estaba un poco «anquilosado« tras siete años y medio parado y no arrancó como debía. De ahí lo de apagarlo, encenderlo, y sacudirlo para intentar recuperarlo, procedimiento que puso al giroscopio de nuevo en condiciones de uso y que también permitió reactivar el Hubble.

Diseñado para 15 años el Hubble lleva ya en servicio más de 28 años, y se espera que aún le queden unos cuantos más, ya que aunque idealmente tiene que funcionar con tres giroscopios es posible utilizarlo con uno solo, aunque en esas condiciones hay partes del cielo que ya no podría observar.

Así que el plan es seguir utilizándolo con tres giroscopios mientras sea posible pero ponerlo a funcionar con un solo giroscopio cuando falle uno de los tres que le quedan. Así se sacrificará parte de su capacidad de observación a cambio de que dure más.

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