Por @Wicho — 16 de agosto de 2018

Artemyev y Prokopyev trabajando

En un paseo espacial que duró 7 horas y 46 minutos Oleg Artemyev y Sergey Prokopyev dejaron instalada la antena que, desde el exterior de la Estación Espacial Internacional, va a recoger las señales transmitidas por las balizas GPS de la Iniciativa Icarus.

La Iniciativa Icarus, de International Cooperation for Animal Research Using Space, Cooperación Internacional para Investigación en Animales Usando el Espacio, tiene como objetivo colocar balizas GPS en todo tipo de animales para así poder establecer sus rutas de movimiento y hábitos.

Lo de utilizar la Estación Espacial Internacional como base del sistema es porque como orbita a una altitud relativamente baja es posible utilizar balizas que emitan señales relativamente débiles, lo que a su vez permite hacerlas lo suficientemente pequeñas como para que en el futuro se estén planteando la posibilidad de etiquetar incluso abejas. Por ahora el límite está en balizas de 5 gramos.

Las balizas funcionan con energía solar y sólo emiten cuando reciben una señal procedente del equipo recién instalado en la EEI que les indica que están en zona de cobertura, un poco como los sistemas de telepeaje de las autopistas y los cacharros que llevamos en los coches.

Un ordenador a bordo de la EEI recoge los datos recibidos por las antenas del sistema y los transmite a tierra para su almacenamiento y posterior procesado. La idea es poder utilizar esa información tanto para medir el impacto de nuestras actividades sobre la naturaleza como para poder prevenir el avance de ciertas enfermedades de las que son portadores animales, por citar un par de objetivos del proyecto.

SiriusSatArtemyev y Prokopyev también aprovecharon para poner en órbita a mano cuatro CubeSat, un método usado con frecuencia por Roscosmos. Dos de ellos eran los Tanyusha 3 y 4 construidos por estudiantes de la Universidad Estatal del Sudoeste para probar sistemas de guiado autónomo para naves espaciales –la idea es que los satélites se coloquen en formación por sus propios medios– y medir el vacío del espacio. Los otros dos SiriusSat 1 y 2, ensamblados por escolares y equipados con detectores de partículas para medir el clima espacial. Los cuatro tienen asas para que el cosmonauta que los lanza tenga por donde agarrarlos.

Fue el paseo espacial número 222 en la Estación Espacial Internacional; el tercero para Artemyev, y el primero para Prokopyev.

(Algunos datos vía Spaceflight Now).

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