El escenario que han utilizado los astronautas italianos del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) que han probado este invento llamado ScanMars ha sido el desierto de Dhofar en Omán – un recóndito lugar que se parece algo a Marte por sus condiciones geológicas y ambientales, aunque evidentemente no sea exactamente igual – ni en temperatura, presión ni en la cantidad de agua que pueda contener. Pero es un comienzo.
Tal y como explican en la nota de prensa, EPSC 2018: demostración de un dispositivo de detección de agua para los astronautas de Marte el invento consiste en
(…) un radar de penetración con apariencia similar a la de un detector de metales, con un panel de instrumentos situados junto al suelo al final de un poste. El radar investiga el subsuelo transmitiendo y recibiendo impulsos de ondas de radio. Las regiones con diferentes características geológicas reaccionan de diferentes modos a las ondas de radio. De este modo se puede reconstruir una imagen del terreno a partir de las señales reflejadas.
En las pruebas realizadas, los «astronautas» exploraron cuatro zonas de Dhofar, recogiendo un total de 70.000 ecos de radar y 1,4 kilómetros de perfiles geológicos a una profundidad de hasta 5 metros. Entre otras cosas querían comprobar cuán fácil resulta realizar las pruebas con trajes de astronauta y si los instrumentos los pueden manejar técnicos no especializados normalmente en esas tareas, tras el oportuno entrenamiento.