Por @Wicho — 28 de marzo de 2024


Imagen más reciente enviada por SLIM – JAXA

De nuevo el aterrizador japonés SLIM ha sorprendido a propios y extraños y ha sobrevivido a su segunda noche en la Luna y desde hace unas horas está de nuevo en contacto con el control de la misión y enviando imágenes obtenidas por su cámara espectroscópica, capaz de analizar el contenido de aquello que ve.

Llevaba en reposo desde el pasado día uno, cuando el Sol se puso en el cráter Shioli, que es dónde aterrizó. SLIM no posee ningún tipo de calentador que le permita mantener sus componentes a una temperatura medianamente razonable, así que el que haya sobrevivido a su segunda noche lunar es asombroso. Más aún, claro que lo hiciera a su primera noche, lo que ya fue toda una sorpresa.

SLIM aterrizó el pasado 14 de enero en las proximidades del cráter Shioli. Pero en lugar de hacerlo tumbado sobre uno de sus laterales, tal y como estaba previsto, terminó clavado de morro en el regolito lunar, tal y como se ve en la foto, tomada por el rover Sora-2 que fue liberado poco antes del aterrizaje.


SLIM «haciendo el pino» sobre la superficie de la Luna – JAXA

En esa posición sus paneles solares no apuntan al Sol como deberían por lo que la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) decidió ponerlo en reposo mientras aún quedaba energía en sus baterías a la espera de que el Sol estuviera en una posición mejor. Y finalmente pudo estar activo del 29 al 31 de enero.

Su segundo periodo de actividad fue del 26 de febrero al 1 de marzo, cuando de nuevo fue puesto en reposo. Así que a ver hasta cuándo aguanta ahora. Aunque la JAXA ya ha dicho que hay algunos componentes que están empezando a fallar.

SLIM, de Smart Lander for Investigating Moon, Aterrizador inteligente para investigación lunar, ha cumplido con los tres objetivos de la misión: aterrizar de una pieza aunque haya sido cabeza abajo a pesar de que uno de sus motores perdió una tobera en pleno descenso; aterrizar con una precisión de menos de 100 metros (fueron 55; por contraste la elipse de aterrizaje del Apolo 11 medía 20 kilómetros de largo por 5 de ancho); y conseguir que SLIM funcionara durante un tiempo una vez posado sobre la superficie de la Luna, tiempo durante el que analizó la composición del suelo y de algunas rocas cercanas a su punto de aterrizaje. Claro que nadie esperaba que pudiera hacer esto último en al menos otras dos ocasiones.

Con el aterrizaje con éxito de SLIM Japón se unió al reducido grupo de países que ha conseguido colocar misiones de una pieza sobre la superficie de la Luna: la URSS, los Estados Unidos, China y la India.

La misión está en Twitter como @SLIM_JAXA.

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