Lanzado el 17 de febrero de 2016, el observatorio espacial de rayos X Hitomi de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial resultaba destruido en órbita apenas un mes después mientras aún estaba en su periodo inicial de pruebas.
Su pérdida fue debida a una serie de errores humanos y de diseño que hicieron que este comenzara a girar cada vez más rápido sobre su eje longitudinal hasta que resultó destruido por verse sometido a fuerzas superiores a las que su estructura podía soportar.
El objetivo de Hitomi era estudiar el extremo más energético del espectro electromagnético, desde los rayos x blandos hasta los rayos gamma, pasando por los rayos x duros.
Espectro electromagnético – Wikipedia
Estas observaciones, que hay que hacer desde fuera de la atmósfera porque ésta absorbe las ondas electromagnéticas en cuestión, nos permitiría avanzar en nuestros conocimientos sobre la estructura a gran escala del universo y su evolución, el comportamiento de la materia en presencia de campos gravitacionales muy fuertes, las condiciones reinantes en los sitios donde se producen rayos cósmicos, y la materia oscura.
Y dado el interés de este tipo de observaciones y que ahora mismo no hay ningún instrumento similar en órbita la JAXA va a pedir dinero para volver a construirlo, ahora que cree saber cuales fueron las causas de la pérdida de Hitomi.
Por su parte la NASA, que había construido su instrumento principal, el SXS, Soft X-ray Spectrometer, o Espectrómetro de Rayos X Blandos, ya ha dicho que está interesada en seguir participando en la misión y construir otro, que le saldrá por entre 70 y 90 millones de dólares.
Instrumentos de Hitomi
Era, de hecho, el tercer SXS que construía, porque los dos anteriores se habían perdido con el fallo de las misiones Astro-E y Astro-EII, lo que da una idea del interés de la agencia estadounidense.
Así que ahora sólo queda que el gobierno japonés apruebe los fondos, algo que, lógicamente sólo está dispuesto a hacer si la Jaxa le convence de que ha entendido por completo las causas de la pérdida del Hitomi y de que será capaz de solventarlas.
En caso de que se aprueben estos fondos el lanzamiento podría producirse en 2020, ya que la idea es lanzar una copia prácticamente exacta de Hitomi, pero convenientemente mejorada para que les dure un poquito más, y quizás sin el telescopio de rayos X duros HXI que necesita que su sensor esté al final de una extensión de 6 metros que se despliega una vez en órbita.