Por @Wicho — 31 de agosto de 2016

Júpiter desde 703000 kilómetros de distancia
Júpiter desde 703000 kilómetros de distancia – NASA/JPL-Caltech/SwRI/MSSS

La sonda Juno de la NASA está en órbita alrededor de Júpiter desde el 5 de julio de 2016. Pero antes de comenzar la fase principal de su misión tiene que trazar dos órbitas de captura que permiten dejarla en la órbita deseada sin gastar toneladas de combustible que, por otra parte, no tiene.

La máxima aproximación a Júpiter de la primera de esas órbitas tuvo lugar el pasado 27 de agosto, cuando a las 13:44 UTC la sonda pasó a tan sólo 4200 kilómetros de las nubes que recubren el planeta.

Será la máxima aproximación de Juno al planeta hasta que termine su misión precipitándose en su atmósfera y según se puede leer en NASA's Juno Successfully Completes Jupiter Flyby todo ha ido, una vez más, a la perfección.

Todos los instrumentos funcionaron como estaba previsto y la NASA está ya recibiendo los datos capturados durante este primer sobrevuelo, así como las imágenes capturadas por la JunoCam que todos los espaciotrastornados esperamos ansiosamente, aunque tendremos que esperar aún un par de semanas para verlas.

Las capturadas durante la máxima aproximación a Júpiter serán las de mayor resolución que hayamos visto jamás del planeta, y en especial de sus polos; Juno es la primera sonda en entrar en una órbita polar alrededor de un planeta exterior.

Impresión artística de Juno en órbita
Impresión artística de Juno en órbita

El próximo 23 de septiembre Juno estará en el punto más lejano a Júpiter de su segunda órbita de captura, momento en el que encenderá su motor para dejar todo listo para volver a encender su motor el 19 de octubre y así ajustar su órbita al periodo deseado de 13 días, 23 horas y 41 minutos.

Los nueve instrumentos de Juno nos permitirán analizar la composición de la atmósfera de Júpiter, y quizás podamos dilucidar si tiene o no un núcleo sólido bajo su manto de nubes; tendremos también mapas detallados de su campo magnético, de sus emisiones de radiación, y de su campo gravitatorio.

Todo eso nos ayudará a saber más del origen de nuestro sistema solar, ya que a fin de cuentas, podemos considerar a Júpiter como una estrella que se quedó pequeña y nunca llegó a encenderse.

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