Por @Wicho — 14 de abril de 2023

Con el despliegue de los paneles solares, que desde las 15:33, hora penincular española (UTC +2), están en posición y generando electricidad, ya se puede decir que el lanzamiento de la sonda JUICE de la Agencia Espacial Europea rumbo a Júpiter ha terminado con éxito. El lanzamiento en sí se produjo a las 14:14 y corrió a cargo del penúltimo Ariane 5 ECA.

Las primeras fases del lanzamiento –separación de los propulsores laterales, apertura de la cofia, y separación y encendido de la segunda etapa– se desarrollaron sin problemas.

Pero JUICE decidió crear un poco de suspense al tardar unos minutos más de lo previsto en ponerse en contacto con el control de la misión después de su separación de la segunda etapa. Afortunadamente todo se quedó en unos minutos de tensión y pronto estaba hablando con el control de la misión mientras ejecutaba su secuencia de despliegue. Que de hecho ejecutó algo más rápido de lo previsto porque todo iba extremadamente bien y las pausas previstas para dejar estabilizar las cosas fueron mínimas.

Vienen ahora varias semanas de la fase inicial de operaciones de la sonda en las que se irán activando y probando el resto de los sistemas necesarios para la larga fase de crucero de la misión.

El principio de un largo camino


La sala de control en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) desde la que se gestionará la misión - ESA

JUICE, de Jupiter Icy Moons Explorer, Explorador de las lunas heladas de Júpiter, tiene como objetivo, tal y como su propio nombre explica, estudiar las lunas de hielo de Júpiter. A saber: Calisto, Europa y Ganímedes.

Hará 21 sobrevuelos de la primera, pasando a una distancia mínima de 200 kilómetros de ella; dos de Europa, pasando a una distancia mínima de 400 kilómetros; y 12 sobrevuelos de Ganímedes a una distancia mínima de 400 kilómetros antes de entrar en una órbita polar de 500 kilómetros a su alrededor.

Será la primera sonda que cambie de estar en órbita alrededor de otro planeta a estar en órbita alrededor de una de sus lunas. Y cuando lo haga se convertirá en la primera sonda en entrar en órbita alrededor de una luna que no sea la nuestra.

Eso sí, necesitará ocho años y la asistencia gravitacional de la Tierra en agosto de 2024; de Venus en agosto de 2025; de nuevo de la Tierra en septiembre de 2026; y de la Tierra y la Luna –será la primera vez que se haga algo así– en enero de 2029 para llegar a Júpiter en julio de 2031. Se espera que una vez terminado el proceso de puesta en marcha la parte científica de la misión comience en 2032.

Esto es así porque es una sonda relativamente grande y pesada y porque no tenemos un cohete lo suficientemente potente para enviarla en una ruta más directa. Y es que se ha optado por un camino más largo para poder dotarla de hasta diez instrumentos que incluyen cámaras, espectrómetros, un radar capaz de «ver» por debajo del hielo, un altímetro láser, un magnetómetro, y varios receptores de ondas de radio y detectores de partículas. También colaborará en un experimento basado en mediciones con una de sus radios en colaboración con radiotelescopios en la Tierra. Y además lleva a bordo un medidor de radiaciones.

La misión está en Twitter como @ESA_JUICE. Y será, sin duda, popular en mi lista de Twitter de cuentas relacionadas con el espacio durante las próximas horas y días.

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