Un cohete Rockot lanzado a las 17:57:40 UTC del 16 de febrero de 2016 desde el cosmódromo de Plesetsk en el norte de Rusia ponía en órbita el satélite medioambiental Sentinel-3A.
Últimas pruebas antes del lanzamiento – ESA
Impresión artística del Sentinel–3A en órbita – ESA
Es el tercero de los satélites del programa Copérnico de la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea. Su objetivo es estudiar los océanos y sus propiedades, obteniendo datos cada pocos días de propiedades de esta como nivel, movimiento, temperatura, color, y velocidad del viento sobre ella.
También medirá la calidad de las aguas costeras y la polución en la atmósfera, además de ser capaz de detectar incendios forestales, cambios en el uso de la tierra, y de medir la disminución en la cobertura de nieve, glaciares y capas de hielo.
Los datos que obtenga, de acceso gratuito como todos los del programa Copérnico, servirán para mejorar los modelos de meteorología y clima que manejamos, ayudarán con la planificación de las rutas de los barcos, y permitirán hacer mejores predicciones de los niveles de agua de los ríos; también servirán para monitorizar el estado de los ecosistemas marinos, fundamentales por la cantidad de alimento que obtenemos del mar.
Se une a los Sentinel-1A y Sentinel-2A, ya en órbita. El 1A está pensado fundamentalmente para ayudar en respuestas a emergencias; el 2A sobre todo a monitorizar la tierra.
Todos ellos irán emparejados al menos con un satélite gemelo (1B, 2B y 3B) que ocupará la misma órbita para conseguir dar cobertura más frecuente. En el caso de los Sentinel-3 cuando estén los dos en órbita se podrá observar la misma zona cada uno o dos días, dependiendo del instrumento en uso, ya que no todos cubren la misma superficie.
Además, habrá instrumentos de programa que vuelen en otros satélites como parte del programa, los Sentinel 4, 5 y 6. El 6 trabajará junto con los Sentinel–3 para estudiar océanos y aguas; los 4 y 5 se encargarán de estudiar la atmósfera.
Copérnico es una red de vigilancia medioambiental que mantendrá bajo observación la superficie de la Tierra, sus océanos, y su atmósfera, con el objetivo de poder contribuir a la toma de decisiones ambientales y de seguridad.
Recibe datos no sólo de sus propios satélites sino también de otros satélites como el Jason estadounidenses o los DMC británicos, por citar algunos; del mismo modo, los datos de Copérinco forman parte del sistema global de observación de la Tierra GEOSS, Global Earth Observation System of Systems.