Un Falcon 9 de SpaceX lanzaba sin problemas en la tarde del 21 de noviembre de 2020 el satélite medioambiental Sentinel 6 Michael Freilich. Se trata de una misión desarrollada en colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA), la Uunión Europea, Eumetsat, la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) con contribuciones del Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES).
Su objetivo es medir los cambios en el nivel del mar con una precisión nunca lograda hasta ahora. Para ello lleva un radar que permitirá medir variaciones de un centímetro. Es capaz de muestrear fragmentos del mar de 300 metros de largo frente a los 7 kilómetros de misiones anteriores. El nivel del mar es un indicador importante del cambio climático. Sentinel 6 también podrá medir las corrientes oceánicas, la velocidad del viento sobre el mar y la altura de las olas. Sus datos servirán no sólo para estudiar cambios a largo plazo sino también para mejorar las predicciones meteorológicas y marinas, con lo que tendrá un impacto inmediato en nuestro día a día.
Desde su órbita de 1.336 km y 66º de inclinación será capaz de medir el nivel del 95% del mar libre de hielo de nuestro planeta cada diez días. Está en la misma órbita que el Jason 3, un satélite de la NASA que lleva midiendo la altura del mar desde 2016. Va 30 segundos por detrás, lo que permite ver cambios temporales en la misma zona con gran resolución temporal y además ayudará a calibrar los instrumentos del Michael Freilich.
Llevamos recogiendo datos del nivel del mar desde 1992 con la misión TOPEX/Poseidon. Esta misión se solapó con Jason 1, que a su vez lo hizo con Jason 2 y ésta a su vez con Jason 3. Así que está previsto que en 2025 sea lanzado el Sentinel 6B para asegurar que la recogida de datos continúe aún en el caso de un eventual fallo del Sentinel 6.
Los equipos de tierra están en contacto con el Sentinel 6 y encargándose de su puesta en marcha y calibración inicia para ponerlo en marcha en los próximos meses.
La misión lleva el nombre Michael Freilich en honor al antiguo director de la División de Ciencias Terrestres de la NASA. Lamentablemente el Dr. Freilich murió el pasado mes de agosto a causa de un cáncer de páncreas sin poder ver el lanzamiento de «su» satélite».
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La primera etapa del Falcon 9 aterrizó de vuelta sin problemas en la Plataforma de aterrizaje 4 de la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg desde la que había despegado, con lo que podrá ser utilizada en un futuro lanzamiento.
Era el lanzamiento número 22 del año para la empresa, que con ello bate el récord de 21 lanzamientos que había establecido en 2018. Y si se cumplen las previsiones llegará a los 28 lanzamientos este año.