Hace unos minutos, con varios días de retraso respecto a las previsiones iniciales debidos a la mala meteorología, un cohete Falcon 9 de SpaceX ponía en órbita sincrónica al Sol el satélite medioambiental PACE de la NASA.
PACE, de Plankton, Aerosol, Cloud, ocean Ecosystem, Plancton, aerosoles, nubes, ecosistema oceánico, tiene como objetivo ayudarnos a comprender mejor cómo los océanos y la atmósfera intercambian dióxido de carbono. Además, estudiará cómo los aerosoles pueden potenciar el crecimiento del fitoplancton en la superficie de los océanos.
Impresión artística de PACE en órbita – NASA
Para ello PACE monta tres instrumentos, Ocean Color Instrument (Instrumento del color del océano, OCI); Spectro-Polarimeter for Planetary Exploration (Espectro-polarímetro para la exploración planetaria, SPEXone); e Hyper-Angular Rainbow Polarimeter #2 (Polarímetro hiperangular arco iris nº 2, HARP2).
OCI tomará imágenes de los océanos en longitudes de onda que van del ultravioleta al infrarrojo cercano, pasando por la luz visible. El color del océano viene determinado por la interacción de la luz solar con sustancias o partículas presentes en el agua de mar, como por ejemplo la clorofila, con lo que servirá, aunque sea de forma indirecta, para medir la calidad del agua.
SPEXone, por su parte, medirá las propiedades ópticas y microfísicas de los aerosoles presentes en la atmósfera con un nivel de detalle y precisión sin precedentes. Lo hará midiendo la intensidad, el grado de polarización lineal y el ángulo de polarización lineal de la luz solar reflejada por la atmósfera terrestre y superficie terrestres y el océano. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los aerosoles son la mayor fuente de error a la hora de medir el efecto del forzamiento radiativo en el cambio climático.
HARP2 se encargará de medir la cantidad y tipo de partículas de los aerosoles y las nubes, así como las propiedades de las superficies terrestres y acuáticas. Nos dará una medida de la calidad del aire sobre todo el planeta.
La misión de PACE tiene una duración inicial prevista de tres años. Aunque sería extremadamente raro que al final de ellos el satélite no siguiera en perfecto estado de funcionamiento, por lo que lo más probable es que sea extendida.
La primera etapa del Falcon 9 que lo lanzó, que volaba por cuarta vez al espacio, aterrizó sin problemas en la Zona de aterrizaje 1 de Cabo Cañaveral, así que podrá seguir siendo utilizada.