El último cohete Delta II de la historia está listo en el Complejo de lanzamiento 2 de la Base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, en California, para el lanzamiento del satélite ICESat-2.
ICESat-2 tiene como misión medir la superficie y el grosor de la capa de hielo en los polos. Para ello su único instrumento, bautizado como ATLAS, de Advanced Topographic Laser Altimeter System, de Sistema láser topográfico avanzado, dispara un láser 10.000 veces por segundo. Midiendo el tiempo que tardan en ir y volver los pulsos calcula a que altitud sobre la superficie se encuentra el satélite. Restando ese dato de la altitud de la órbita se obtiene el grosor de la capa de hielo. Su precisión es tal que puede detectar cambios de 4 milímetros.
Además medirá la altura de los océanos, cuerpos de agua como lagos y embalses; los movimientos de tierra tras terremotos o avalanchas; también es capaz de medir la altura de las masas de vegetación para ayudar en el estudio de sus posibles cambios.
La duración mínima de la misión es de tres años, aunque el satélite lleva combustible para al menos siete años. La órbita en la que estará hará que pase cada 91 días sobre el mismo sitio, lo que permite tomar medidas sobre él cuatro veces al año.
La misión es la sucesora del ICESat original y es muy similar al CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea.
El lanzamiento está previsto para una ventana que va de las 14:46 a las 15:26, hora peninsular española, del 15 de septiembre de 2018. La NASA lo retransmitirá a través de Internet.