Impresión artística de la Luna 25 frenando – Roscosmos
A eso de las 14:00, hora peninsular española (UTC +2) del sábado 19 de agosto de 2023 Roscosmos perdía el contacto con la sonda Luna 25. Algo menos de 24 horas después acaban de confirmar que, lamentablemente, ha terminado estrellada contra la superficie de la Luna. Es una misión en la que Rusia llevaba trabajando con más o menos ahínco desde 1998.
La traducción con DeepL dice que:
Según los resultados de los análisis preliminares, debido a la desviación de los parámetros reales del impulso respecto a los calculados, la nave espacial se desplazó a una órbita no calculada y dejó de existir como consecuencia de la colisión con la superficie de la Luna.
La pérdida de contacto se produjo mientras la sonda ejecutaba una maniobra para ajustar su órbita de cara al aterrizaje entre los cráteres Boussingault F y K cerca del polo sur de la Luna, que estaba previsto para el día 21. Pero según comunicó Roscosmos se produjo una anomalía y la maniobra no se completó según lo previsto y fue entonces cuando perdieron el contacto.
Por lo visto el sistema de guiado de la sonda tuvo problemas a la hora de controlar el motor de descenso, que en lugar de funcionar durante 84 segundos lo hizo durante 127. Esto hizo que la órbita de la sonda descendiera mucho más de lo previsto, lo que la levó a estrellarse en el cráter Pontecoulant G aproximadamente a las 15:58 del domingo 19.
Estimación de la trayectoria final de la sonda – Instituto Kéldysh de Matemática Aplicada
Hay rumores bastante fundados de que el equipo de la misión sabía que el sistema de guiado podía tener problemas a la hora de manejar el motor pero que no se le hizo caso ante su petición de posponer el descenso para evaluar la situación. Había cierta prisa. Y las prisas nunca son buenas.
50 años después
Impresión artística de la Luna 25 posada sobre la Luna – Roscosmos
Los instrumentos de la Luna 25 tenían como objetivo estimar la cantidad de agua presente en la superficie de la luna y determinar la composición elemental e isotópica de la capa superior del regolito en la zona de aterrizaje a una profundidad de hasta 40 cm; medir la radiación de neutrones y rayos gamma en la superficie lunar; e investigar la composición de la exosfera lunar en la zona de alunizaje y los procesos físicos que tienen lugar en ella en condiciones de Sol tranquilo y activo, así como durante los periodos en que la Luna atraviesa la cola de la magnetosfera terrestre.
Pero más allá de su utilidad científica y técnica la misión marcaba el primer intento de Rusia como tal de llegar a la superficie de la Luna casi 50 años después de la última misión de la Unión Soviética a la Luna. Así que la misión también tenía un importante contenido político.
Poco después del lanzamiento de la Luna 25 Yuri Borisov, el director de Roscosmos, hablaba de lanzar la Luna 26 en 2027, la Luna 27 en 2028, la Luna 28 en 2030 o así, y después una misión tripulada. Dada la situación internacional y los recortes de presupuesto que está sufriendo la agencia espacial rusa eso ya sonaba muy complicado. Pero ahora parece directamente imposible.
En lo que va de siglo XXI sólo China ha conseguido tres alunizajes con las misiones Chang'e 3, Chang'e 4, que de hecho fue la primera misión en posarse en el lado oculto de la Luna, y Chang'e 5, que trajo muestras de vuelta a la Tierra.
Las misiones Beresheet de Israel, Chandrayaan 2 de la India y Hakuto-R de Japón no lo consiguieron y terminaron como la Luna 25.
En el momento de publicar esta anotación la que sigue en curso para su alunizaje el miércoles 23 apenas unos minutos después de las 14:30, de nuevo hora peninsular española, es la sonda india Chandrayaan 3, que ayer ejecutaba sin problemas la última corrección orbital necesaria.