Ma'at en el modelo 3D en línea de 67P
La Agencia Espacial Europea ha decidido que el 30 de septiembre de 2016 la sonda Rosetta, ahora mismo en órbita alrededor del núcleo del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko, aterrizarará en Ma'at, una zona del lóbulo pequeño de 67P.
Esa zona ha sido escogida buscando un equilibrio entre su potencial científico y los límites en cuanto a las maniobras que puede hacer Rosetta durante el descenso. Y es que la idea es que permanezca en contacto con el control de la misión tanto rato como sea posible para enviar la mayor cantidad posible de datos hasta el final, datos con mucha más resolución que los recogidos hasta entonces.
El punto de aterrizaje previsto
Para esas fechas 67P y Rosetta estarán prácticamente al otro lado del Sol vistos desde la Tierra, lo que hace prácticamente imposible comunicarse con ella; por otro lado, la sonda cada vez tiene menos combustible para maniobrar y sus instrumentos y sistemas de a bordo ya van viejitos.
Además, estará a tal distancia del Sol que sus paneles solares no podrán producir la electricidad suficiente como para mantener los sistemas lo suficientemente calientes como para poder sobrevivir a una hibernación similar a la que hizo entre 2011 y 2014, ya que esta se produjo a mucha menos distancia del Sol.
El aterrizaje (y sí, se puede aterrizar en un cometa) se producirá a las 10:30 UTC, poniendo fin a una misión lanzada el 2 de marzo de 2004 y que ha sido una de los mayores éxitos de la investigación de los últimos años.
Lo he dicho muchas veces, y lo tengo muy claro: el aterrizaje de Philae en el núcleo de 67P el 12 de noviembre del 2014 fue el equivalente de esta generación al aterrizaje del Apolo 11 en la Luna en 1969… Y eso sin querer quitar mérito alguno al haber colocado a Rosetta en órbita alrededor de 67P tras un viaje de 10 años, 5 meses y 4 días y varios miles de millones de kilómetros.
Mienras dure la misión Rosetta se la puede seguir en Twitter como @ESA_Rosetta.