Mars continues to surprise us. While digging this weekend the mole backed about halfway out of the ground. Preliminary assessment points to unexpected soil properties as the main reason. Team looking at next steps. #SaveTheMole #Teamwork pic.twitter.com/UURvU8VTwZ
— NASA InSight (@NASAInSight) October 27, 2019
Después de los últimos avances con el «topo» de la sonda MarsInsight de la NASA este fin de semana las cosas han vuelto espectacularmente hacia atrás. Como se puede ver en la animación el instrumento ha ido hacia atrás, aunque por suerte no se ha salido del todo de su agujero.
Este es un resultado muy inesperado porque el «topo» sólo está diseñado para ir hacia adelante; no es que se hay activado una marcha atrás por accidente ni nada parecido.
Los responsables del instrumento y de la misión van a analizar los datos, incluyendo las lecturas que les proporcione el sismógrafo de la sonda, para intentar entender qué ha pasado. Una primera hipótesis es que los golpes que ha ido dando el «topo» para introducirse más hayan ido soltando algo de arena que se ha ido acumulando en el fondo del agujero rellenándolo poco a poco, de ahí que haya ido hacia atrás. Otra opción es que el suelo sea mucho más duro de lo esperado una vez pasada una capa de polvo de un par de centímetros en la superficie.
En cualquier caso toca ser aún más cuidadosos y planificar nuevas estrategias para intentar recuperar el instrumento conocido formalmente como HP3, de Heat Flow and Physical Properties Package, paquete de propiedades físicas y flujo de calor. Se trata de una sonda dotada de un mecanismo percutor que le debía haber permitido introducirse hasta 5 metros bajo la superficie de Marte. Lleva un sensor de temperatura en su extremo pero el cable que la une a su «estación base» lleva sensores de temperatura cada 10 centímetros, lo que unido a otro sensor de temperatura en la superficie permitirá estudiar la conductividad térmica de la corteza marciana, aunque sea a un nivel muy local…
Si alguna vez consigue penetrar lo suficiente bajo la superficie de Marte. Tres metros serían suficientes para obtener resultados significativos, pero por ahor esos tres metros bien parecen tres años luz.