Butch Wilmore y Sunita Williams de vuelta en el Centro Espacial Kennedy (KSC). Llevan en cuarentena más de un mes – NASA
Tras una reunión de todas las partes implicadas esta pasada noche la NASA ha autorizado otra vez el lanzamiento de la primera misión tripulada de la Starliner de Boeing. Esto viene tras analizar todas las implicaciones de la fuga de helio en una de las válvulas del sistema de propulsión de la nave.
Así que, si nada lo impide esta vez, Butch Wilmore y Sunita Williams despegarán hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) el sábado 1 de junio a las 18:25, hora peninsular española (UTC +2). El lanzamiento –o el intento de lanzamiento– se podrá seguir a través de NASA TV a partir de las 14:15.
El lanzamiento podría llevarse a cabo los días 2, 5 y 6 de junio de aparecer algún problema que permita reintentarlo pronto. Sin embargo, un retraso mucho mayor podría provocar problemas con ciertos componentes del sistema de terminación del vuelo –AKA el mecanismo de autodestrucción– del Atlas V, lo que provocaría a un retraso mucho mayor al tener que reemplazarlos.
Igual que Wilmore y Williams están de vuelta en el KSC el cohete y la cápsula ya están de vuelta en la plataforma de lanzamiento del Complejo de lanzamiento 41 (SLC 41) de Cabo Cañaveral. Será el primer lanzamiento tripulado desde el Cabo desde el Apolo 7 del 11 de octubre de 1968.
Butch and Suni, your rocket is on the launch pad! The #AtlasV just completed its rollout in final preparation for Saturday's mission to launch @BoeingSpace's #Starliner #CFT mission for @NASA's @Commercial_Crew program. https://t.co/yCCjHu9R5K pic.twitter.com/kzK7byTHF4
— ULA (@ulalaunch) May 30, 2024
El intento de lanzamiento del pasado 7 de mayo tuvo que ser cancelado debido al comportamiento errático de una válvula de purga de oxígeno de la etapa superior Centaur del cohete que iba a lanzarla, ya con la tripulación a bordo.
El cohete fue devuelto al edificio de ensamblado para sustituir la válvula. Pero en las pruebas posteriores a la sustitución fue cuando se detectó la fuga de helio. El helio se usa para presurizar los propelentes en el sistema de propulsión y así asegurarse de que llegan a dónde tienen que llegar. No era una fuga grande ni, probablemente, crítica.
Pero todas las partes implicadas prefirieron tomárselo con calma mientras estudiaban las posibles consecuencias de que se reprodujera en vuelo y, en ese caso, cómo mitigarlas. De paso, revisando este asunto descubrieron además un modo de fallo extremadamente raro pero posible que haría que pudiera fallar el encendido de los motores para el frenado para salir de órbita.
Así que además de lo de las fuga de helio también se desarrollaron procedimientos para evitar ese modo de fallo. Aunque Boeing no descarta modificar el sistema de propulsión de la Starliner en el futuro para eliminarlo del todo sin necesidad de esos procedimientos por si acaso.
El objetivo de la Boeing Crew Flight Test (Vuelo tripulado de prueba de Boeing, Boe CFT, o CFT a secas) es llevar a Wilmore y Williams a la EEI. Permanecerán allí aproximadamente una semana antes de volver a tierra. La idea es pasar por todas las fases de una misión tripulada pero en menos tiempo.
Si las misión sale bien, y una vez revisados todos los datos que se obtengan durante ella, la Starliner podría por fin entrar en servicio regular a principios de 2025.
Y ya le va tocando. Esta misión ya fue aplazada en el verano de 2021 y de nuevo en el de 2023. Después de que el primer lanzamiento no tripulado de una Starliner en 2019 terminara en un sonado fracaso que obligó a repetir la misión en mayo de 2022. La misión equivalente de la Crew Dragon despegó justo hoy hace cuatro años. Y fue un éxito rotundo.