La mitad telescopio a su llegada a Northrop Grumman - NASA/Chris Gunn
Desde febrero de 2018 las dos mitades del Telescopio Espacial James Webb están en las instalaciones de Northrop Grumman en California para sus pruebas finales y para ser ensambladas de tal forma que el telescopio quede listo para su lanzamiento.
Estas dos mitades son por un lado el telescopio propiamente dicho y sus instrumentos asociados y por otro lado la nave espacial que lo llevará a su sitio una vez puesto en órbita por un Ariane 5 y que contiene los sistemas de control, guiado y comunicaciones, así como los motores y el parasol.
Y por primera vez han sido conectadas la una a la otra utilizando un cableado temporal que ha permitido hacer la primera prueba real de transmisión de datos entre ambas; hasta ahora lo que se había hecho eran pruebas de cada una de las mitades conectadas a simuladores que se hacían pasar por la otra mitad.
Pero como la experiencia ha demostrado una y otra vez en teoría la teoría y la práctica son iguales pero en la práctica raramente lo son, así que no hay nada como probar las cosas en la práctica. La buena noticia es que esta prueba, en la que la nave espacial ha enviado la orden de moverse a los espejos del telescopio, lo que sirve para enfocarlo, ha ido bien.
Sin embargo aún queda por hacer una completa gama de pruebas eléctricas y de software cuando las dos mitades del Webb estén físicamente unidas y ya en la configuración de lanzamiento, que por ahora sigue previsto para marzo de 2021 tras años de retrasos y sobrecostes.
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