En una rueda de prensa en la que ha habido más bien poca información concreta la NASA ha anunciado el nombre de las nueve empresas que ha escogido –de las 31 que se presentaron– para que puedan participar en el programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS), Servicios de cargas útiles comerciales a la Luna.
CLPS es una iniciativa que tiene como objetivo colocar aterrizadores y rovers sobre la superficie de la Luna. Algunas de las misiones llevarán cargas útiles solicitadas por la NASA, pero otras llevarán cargas útiles que la agencia haya escogido de entre las propuestas de las empresas. El objetivo de trabajar con empresas privadas es abaratar costes. Nada impide, además, a esas empresas contratar misiones con otras agencias, universidades, institutos de investigación, o quien quiera y pueda pagarles.
La idea es tanto hacer exploraciones in situ para obtener nuevos resultados científicos como realizar prospecciones a la busca de recursos e incluso llevar a cabo alguna misión de retorno de muestras. La NASA ha reservado hasta 2.600 millones de dólares a lo largo de los próximos diez años para estos contratos que por ahora no especifican ni fecha ni cantidad de misiones a ejecutar.
Un detalle a tener en cuenta es que por ahora ninguna de las empresas «agraciadas» va a recibir más que una pequeña cantidad de dinero para desarrollar una especie de guía del usuario de las cargas o experimentos que proponen para que la NASA pueda escoger. Y tampoco recibirán dinero para desarrollar sus naves; el dinero de la NASA es sólo para las cargas útiles, así que tendrán que conseguir financiación propia.
Pero sin duda lo más sorprendente de la rueda de prensa ha sido la lista de empresas seleccionadas, pues muchas de ellas no es que no hayan enviado nada nunca a la Luna, es que ni siquiera han puesto nada en órbita terrestre. En cualquier caso son Astrobotic Technology, Deep Space Systems, Draper, Firefly Aerospace, Inc., Intuitive Machines, Lockheed Martin Space, Masten Space Systems, Inc., Moon Express y OrbitBeyond. Hay una galería de sus propuestas.
Todas las misiones han de ser lanzadas utilizando cohetes estadounidenses, lo que descarta que utilicen lanzadores de la Agencia Espacial Europea o de la India, por ejemplo.
Como los contratos no tienen fecha no está claro todavía cuando despegará la primera de las misiones, aunque estoy dispuesto a apostar unos cuantos gallifantes a que no será en 2019 como insinúa la nota de prensa de la NASA.
(Algunos datos vía SpaceNews).