Por @Wicho — 15 de Febrero de 2024

Un Falcon 9 de SpaceX ha lanzado esta mañana la misión IM-1 Intuitive Machines rumbo a la Luna. La carga útil es un aterrizador Nova C de la empresa bautizado como Odiseo que forma parte del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services, Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar) de la NASA.

A bordo de él van seis instrumentos de distintos departamentos de la agencia; ILO-X, el precursor del futuro telescopio lunar ILO-1; una especie de centro de proceso de datos de Lonestar Data Holdings; la escultura Moon Phases de Jeff Koons –el mismo de los «perros longaniza» que se pueden ver al lado del museo Guggenheim de Bilbao–; y la cápsula del tiempo Lunaprise con una colección de textos, imágenes, sonidos y vídeos que quedarán allí como repositorio de nuestra cultura.

Los instrumentos, así como unas mantas térmicas fabricadas por Columbia y que protegen a Odiseo, servirán como demostradores tecnológicos para cuando tengamos una base lunar. El arte es arte. Me gusta la obra de Koons, que conste.


Odiseo, que mide 4,3 metros de altura, 1,6 de ancho –aunque el diámetro entre patas es de 4,6 metros– y pesa 675 kilos antes de ser encapsulado para su lanzamiento. El cilindro metálico que se ve debajo de él es el adaptador para unirlo a la segunda etapa del Falco 9. En el vídeo de arriba se ve perfectamente cómo se queda unido a ell – SpaceX

Odiseo tiene previsto aterrizar a unos 300 kilómetros del polo sur de la Luna el próximo día 22. Lo hará –si todo va bien– en el cráter Malapert A, que recibe su nombre del astrónomo belga del siglo XVII Charles Malapert. Es uno de los posibles puntos en consideración para el aterrizaje de la misión tripulada Artemisa III.

También va a bordo la cámara EagleCam, desarrollada por la Universidad Embry-Riddle. Será expulsada cuando Odiseo esté a unos 100 metros de altitud. Su objetivo es grabar el aterrizaje. Si todo va según lo previsto, será la primera vez que veamos un alunizaje.

Pero más allá de la importancia de la misión de cara a probar esas tecnologías, también tiene una fuerte carga simbólica, ya que será la primera vez que la NASA haga aterrizar una nave en la Luna desde que en diciembre de 1972 lo hiciera el módulo lunar del Apolo XVII.

Y además, tras el reciente fracaso de la Peregrine Mission One, que tenía que haber conseguido ese retorno a la Luna, es carga simbólica es aún mayor.

Por no hablar de que si esta misión también falla la viabilidad del CLPS quedará más que en entredicho.

Intuitive Machines está en Twitter como @Int_Machines.

SpaceX utilizo la primera etapa B1060 para el lanzamiento en el que era su vuelo número 18. Empata así en número de vuelos con los B1061 y B1062. Y como aterrizó sin problemas tras cumplir su misión de hoy está por ver cuál de los tres se convierte el primero en volar su misión número 19 para igualar al B1059, que lideraba la flota hasta que resultó destruido durante su vuelta a puerto tras su última misión.

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