Impresión artística de la Voyager 1 en el espacio – NASA/JPL
Aún no hay un comunicado oficial al respecto pero según una de las personas que trabaja en la estación de Canberra de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA este pasado fin de semana la agencia ha vuelto a establecer contacto con la sonda Voyager 1. En concreto ha vuelto a recibir telemetría de ella por primera vez desde noviembre de 2023. Todavía no están solucionados todos los problemas con la veterana viajera pero desde luego es un importante paso adelante.
Y es que desde noviembre de 2023 la sonda Voyager 1 sufre algún tipo de problema que hacía que no pudiera transmitir datos de sus instrumentos ni telemetría. Pero cuando ya el asunto estaba tomando un cariz más bien oscuro el 3 de marzo la sonda, a la que no habían dejado de enviar distintos comandos con la esperanza de sacarla de ese estado, respondió con un volcado completo de la memoria del Flight Data System (FDS, Sistema de datos de vuelo). Es el ordenador que se encarga de recoger los datos de los instrumentos aún en funcionamiento y de los sensores de la sonda y de empaquetarlos para su envío a Tierra y que es precisamente el que se cree que está fallando.
Aunque tampoco iba a ser todo tan sencillo, pues venía codificado dos veces, así que al principio parecía más basura hasta que alguien de la DSN reparó en esa doble codificación y por fin pudieron ver lo que había en esa transmisión.
Esto permitió estudiar el estado del FDS y diseñar unos comandos para intentar su recuperación que fueron enviados el viernes 29 a última hora de la tarde en España. Pero como a la distancia que está la Voyager los comandos que se le envían tardan 22 horas y media en llegar no fue sino hasta última hora de la tarde del sábado cuando llegaron. Y hubo que esperar casi otro día entero para saber el resultado que, afortunadamente, ha sido el deseado.
Todo esto ha sido posible porque afortunadamente el Computer Command System (CCS, Sistema informático de mando), el ordenador de a bordo encargado de decodificar los comandos que se envían a la sonda así como de la detección y corrección de fallos, ha seguido funcionando correctamente todos estos meses.
Lo que es todo un tributo no sólo al equipo actual de la sonda sino también, y en especial, al que la diseñó. Y es que hay que recordar que las Voyager 1 y 2 fueron lanzadas en el verano de 1977 para una misión que en principio iba a durar cinco años.
Hoy en día son las dos sondas que más tiempo llevan en activo y que más lejos de la Tierra se encuentran. Su valor es enorme porque aún están recogiendo datos y lo están haciendo en un lugar en el que nunca hemos estado y al que tardaremos mucho en volver, si es que decidimos hacerlo.
Están en Twitter como @NASAVoyager, aunque la cuenta @NSFVoyager2 también habla bastante por ellas.
Si te interesa saber más sobre las Voyager no tengo ninguna duda en recomendarte el libro Viajes interestelares de Pedro León, en el que está todo lo que querías saber y algunas cosas que no sabías que querías saber de ellas.