El segundo intento ha sido el bueno y el observatorio espacial TESS de la NASA ya está en órbita tras ser lanzado por un Falcon 9 FT de SpaceX.
El lanzamiento se produjo a las 00:51:31 del 19 de abril de 2018, justo al principio de la ventana de lanzamiento, cuyo horario no es caprichoso sino que está diseñado para que TESS pueda iniciar la serie de maniobras que le permitirá alcanzar su órbita final, una órbita que nunca ha sido utilizada hasta ahora.
El primer paso es trazar tres órbitas y media, cada una de ellas con un apogeo más lejano a la Tierra, de tal modo que cuando TESS está a punto de alcanzar el apogeo de la cuarta órbita sea desviada de su trayectoria por la gravedad de la Luna. Esta maniobra lo pondrá en disposición de hacer un último ajuste que lo colocará en una órbita que no sólo asegura que la Luna nunca se cruce en su campo de vista sino que además hará que los efectos de la gravedad de nuestro satélite tiendan a anularse ya que durante medio año tirarán hacia un lado y durante otro medio hacia otro, con lo que será una órbita que permanecerá estable durante décadas.
El encuentro con la Luna está previsto para el 17 de mayo y si todo va bien TESS alcanzará su órbita definitiva el 12 de junio. Es una órbita de 108.400×376.300 kilómetros inclinada 37 grados respecto al plano orbital de la Luna.
Desde ella observará el cielo en busca de nuevos planetas extrasolares en un radio de 300 años luz de la Tierra que estudiar con telescopios más potentes como el Hubble o el James Webb. Sólo dejará de hacerlo en el perigeo de cada órbita, cuando en las proximidades de la Tierra gire su antena hacia ella para transmitir los datos obtenidos desde la anterior transmisión.
Para ello monta cuatro cámaras CCD, cada una de ellas de 16,8 megapixeles, con sus correspondientes objetivos. Cada una de ellas tiene un campo de vista de 24°×24°. Están diseñadas para trabajar juntas para proporcionar un campo de vista total de 24°×96°. El método de detección que usará TESS es el de los tránsitos, que básicamente consiste en detectar la bajada de brillo de la luz que nos llega de una estrella cuando un planeta se interpone entre ella y nosotros.
Una de las cámaras de TESS. A la izquierda, mientras la ensamblan. A la derecha, ya lista, parasol incluido. Los objetivos y las cámaras han sido diseñados y construidos por el Laboratorio Lincoln de MIT
Se espera que pueda detectar más de 3.000 nuevos planetas extrasolares en los dos años de su misión principal, aunque TESS está diseñado para poder durar veinte años, con lo que si hay fondos para mantenerlo en funcionamiento su cosecha final de planetas más allá de nuestro sistema solar puede ser de récord.
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La primera etapa del cohete, por su parte, aterrizó sin problemas en el espaciopuerto autónomo flotante Of Course I Still love You a los ocho minutos y veintiún segundos del lanzamiento. Está previsto que sea utilizada para poner en órbita la cápsula de carga Dragon 15 más adelante este mismo año.
Es el aterrizaje número 24 con éxito de una primera etapa de un Falcon 9 de SpaceX. Seis de ellos ya han volado una segunda vez al espacio.
Es la última primera etapa nueva del bloque 4 (la versión 4, pero en términos aeroespaciales) que va a lanzar SpaceX, ya que está a punto de poner en servicio la primera etapa bloque 5, con diversas mejoras.